Afectó a unos ocho millones de alumnos de escuelas públicas y privadas. La primera huelga nacional por reclamos salariales en la era kirchnerista fue a 5 días de que la Presidenta criticara a los docentes.
Casi ocho millones de alumnos no tuvieron clases ayer en las escuelas primarias y secundarias (públicas y privadas) de todo el país, según los gremios. El primer paro nacional docente por reclamos salaraiales de la era kirchnerista tuvo como único interlocutor oficial al ministro de Educación, Alberto Sileoni: por un lado, se publicó en el Boletín Oficial la resolución 229, que decretó el cierre de la paritaria y fijó el sueldo mínimo de referencia para un docente sin antigüedad en 2.800 pesos, en lugar de los 3.000 que reclaman los maestros.
Por otro, salió por radio y televisión a tratar de amortiguar los dichos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner del jueves pasado en el Congreso, que generaron una fuerte reacción del sector.
“Trabajan cuatro horas y tienen tres meses de vacaciones”, fue el puñal para los 640 mil docentes del país. Buena parte se plegó a la huelga de CTERA y los otros cuatro sindicatos nacionales.
La titular de CTERA, Stella Maldonado, aseguró ayer que el paro fue “contundente” y habló del 95% de adhesión, cifra en la que coincidieron los otros representantes de los docentes públicos. Pero a diferencia de días anteriores, cuando señaló que el paro era por la “identidad docente” –visiblemente molesta con los dichos de Cristina–, ayer se concentró en el tema salarial. “Es muy mala señal para la docencia argentina la unilateralidad de la decisión de establecer un piso salarial por fuera de las paritarias”, se limitó a decir. La ausencia de militantes de CTERA en la marcha que algunas agrupaciones de izquierda realizaron al mediodía al Palacio Pizzurno pareció ir en el mismo sentido.
Pero aunque desde la cúpula sindical de este gremio históricamente aliado al kirchnerismo se le intentó bajar el tono al repudio de la frase presidencial, esas palabras ya habían calado hondo en el sector y ayer eran una de las principales causas esgrimidas por los docentes para adherir a la huelga, según un relevamiento que realizó Clarín en escuelas bonaerenses y porteñas.
Así también lo manifestó el secretario general de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, que consideró que “lo que dijo la Presidenta tuvo influencia en el paro. Hay un malestar generalizado porque no se valora la tarea docente. En vez de recibir elogios recibimos críticas”.
Romero adelantó que hoy a las 11 se reunirán los cinco sindicatos nacionales para evaluar los pasos a seguir. “El conflicto recién comienza”, aseguró. Y no descartó que en el futuro cercano puedan convocar a otro paro nacional. “Es un terreno no deseado, apostamos al diálogo, pero el ministro Sileoni ha roto la buena fe de la negociación”, agregó.
Según Romero, la estrategia sindical ahora tendrá dos frentes: por un lado la presión a través de eventuales nuevas medidas de fuerza. Por otro, “las debilidades” de la resolución ministerial para una potencial demanda en la Justicia. “La Ley de Financiamiento Educativo, en su artículo 10, dice que una sola de las partes no puede cerrar unilateralmente la negociación, como ocurrió en este caso”.
La alta adhesión al paro se dio sobre todo en las provincias que aún no arreglaron salarios, situación que a una semana y media de iniciado el ciclo lectivo abarca a la provincia de Buenos Aires (donde hoy seguirá la huelga) y a otros nueve distritos. También tuvo impacto en otras provincias que ya cerraron sus paritarias y adhirieron por solidaridad.
Uno de los datos llamativos de la jornada fue el alto acatamiento que, según Sadop, tuvo el paro en los docentes de escuelas privadas. El comunicado oficial habla del 80 por ciento de adhesión a nivel nacional. Y fuentes del gremio aseguraron a este diario que en la Ciudad y provincia de Buenos Aires el acatamiento fue del 50 por ciento.
Sobre los colegios pagos, el gremio que los representa hace una aclaración: “Algunas instituciones estuvieron directamente cerradas, pero la mayoría recibió a los alumnos aunque los docentes no hubieran asistido a clases. Esos puestos suelen ser cubiertos por directivos o administrativos”.
Perpetuo Lentijo, secretario general de la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas (Adeepra), dio su percepción sobre la jornada de ayer: “Sacando algunos casos puntuales, la adhesión en el sector privado no fue tan importante y permitió dar clases con normalidad. Habitualmente, a estas huelgas se adhiere no más del 5 o 10% de nuestro personal docente, aunque en este caso esos números pueden haberse duplicado porque el paro había sido convocado por todos los gremios nacionales”.
