LA PLATA.- Con un elevadísimo acatamiento que, según fuentes gremiales, orilló el 98%, se inició ayer en la provincia de Buenos Aires el paro docente de 48 horas.
La protesta -que coincidió con la realizada a nivel nacional y sigue hoy- tuvo un alcance prácticamente total: el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) y la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) destacaron que la adhesión se ubicó cerca del 100%, por lo que la actividad en las escuelas públicas fue, en la práctica, inexistente.
Desde el Frente Gremial Docente -que integran además Unión de Docentes Argentinos (UDA), Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y los privados de Sadop- se reclama que el sueldo inicial llegue a $3100, además de la incorporación de sumas al básico y la eliminación del tope a las asignaciones familiares. El gobierno provincial ofreció $2860.
El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, lanzó ayer otro llamamiento a los gremios: "Vamos a esperar al jueves (por mañana) para volver a convocar a los docentes".
Para desalentar falsas expectativas, enfatizó: "Cuantitativamente la provincia no está en condiciones de superar la oferta". Dijo, sin embargo, que intentarán "acordar con los gremios", ya que se propone "el mismo porcentaje que ofreció el gobierno nacional". Y criticó la medida: "Hacer una huelga en medio de una negociación paritaria es inconducente, porque las reuniones son para negociar, para sentarse con los representantes de gremios estatales y docentes y para llegar a acuerdos".
El paro se sintió con fuerza en el sector privado. José Luis Casares, secretario general del Sadop, aseguró que fue acatado por el 80% de los maestros y profesores del sector.
