Un día después de la contundente huelga de los gremios docentes, los empleados públicos nacionales, provinciales y municipales enrolados en la opositora Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) cumplieron ayer con un paro nacional con protestas y movilizaciones en todo el país para reclamar la urgente convocatoria a las paritarias del sector y un incremento salarial del 35%. La medida de fuerza, que provocó un caos de tránsito en la zona céntrica de la ciudad de Buenos Aires con manifestaciones frente al Ministerio de Economía, la sede del gobierno porteño y el Congreso, mientras en el interior se repitieron protestas y asambleas frente a gobernaciones y municipios, sumó la adhesión de empleados de organismos públicos de todo el país como agentes de los distintas dependencias, trabajadores de la salud, de vías navegables y de la minería, entre otros sectores del Estado.
En la Ciudad de Buenos Aires, la protesta se inició a las 11, con una concentración frente a la Casa de la provincia de Buenos Aires, en Congreso, que luego se trasladó frente a la sede del gobierno porteño para culminar con un acto multitudinario frente al Ministerio de Economía.
El lento desplazamiento de las columnas de manifestantes por el microcentro porteño, produjo serios inconvenientes en el tránsito vehicular desde el mediodía y durante buena parte de la tarde.
El titular de ATE bonaerense, Hugo Godoy, afirmó que la medida de fuerza tuvo una adhesión “espectacular” en todo el país y que se replicó en todas las provincias y en más de 700 municipios. “Se exigió por el derecho de todos los estatales a participar de las convenciones de trabajo, para denunciar que el salario mínimo vital y móvil que rige para el sector privado no rige para los empleados públicos”, advirtió el dirigente. Y agregó: “Queremos discutir salarios sin techo y que el incremento salarial por convenciones colectivas no este por debajo del 35%”.
En tanto, el secretario general de ATE Capital, José Luis Matazza se mostró satisfecho por la adhesión que registró la medida que, según dijo, en la ciudad de Buenos Aires tuvo un nivel de acatamiento del 75% mientras en las provincias superó el 90%. “Con este paro quedó demostrado que no podemos tener más salarios por debajo del costo de la canasta familiar que es de $5800”, advirtió el dirigente.
Desde el gremio explicaron en que en muchas provincias y municipios los agentes estatales perciben haberes de $1.200, muy por debajo del salario mínimo.
