En medio de la reunión, un camionero agredió a un empresario de los supermercados Eki.
Al ruido seco del cachetazo le siguió una advertencia: "A ver la guita que juntan. Vuelvo en un rato y la seguimos". Eduardo González, presidente de Eki, dialogaba con dos funcionarios del Ministerio de Trabajo cuando un dirigente gremial de camioneros acompañado por Pablo Moyano irrumpió en la sala del sexto piso de Callao 114 para golpearlo e intimidarlo por los 2300 empleados que perderían su fuente laboral ante el posible cierre de la cadena de supermercados.
El violento episodio fue confirmado y reconstruido a partir de fuentes de la cartera laboral y de los empresarios consultadas por LA NACION. Del lado de camioneros, el secretario gremial, Marcelo Aparicio, desmintió que haya habido golpes, y señaló: "Si fue así, que lo denuncien, entonces. La verdad es que habría que pegarles por caraduras, mentirosos y estafadores".
Pablo Moyano, número dos en el escalafón jerárquico de los camioneros, reclamó que la empresa de supermercados les pagara los sueldos retrasados a los 2300 empleados. Les deben el 20% de enero y todo febrero. Además, el hijo del líder de la CGT exigió que el Estado intercediera ante la posible pérdida de la fuente laboral del personal.
"El ministro de Trabajo [Carlos Tomada] es un caradura. Hemos asistido a todas las reuniones que dispuso, pero no se llegó a nada", se quejó Pablo Moyano, que amenazó con una huelga nacional en los centros de abastecimiento de todos los supermercados si no se alcanza un acuerdo por los posibles 2300 despidos.
La probable medida de fuerza de los camioneros se debatirá, a partir de pasado mañana, en las asambleas gremiales. "No descartamos ir a un paro general", insistió Moyano. Y su ladero, Aparicio, agregó: "Tomada no hizo nada, no sé, está de vacaciones. En este país se habla del fútbol para todos y del automovilismo para todos, pero ya no se discuten los sueldos. El ministerio no hizo nada con Eki, que dio cheques sin fondos, no tiene mercadería y debe sueldos".
Tras la agresión del dirigente camionero al representante de Eki, la funcionaria laboral Cristina Gadea dio por finalizada de inmediato la audiencia. No está previsto por el momento un nuevo encuentro, al menos con los referentes de los camioneros. Tal vez haya una nueva audiencia, pero únicamente con los miembros del Sindicato de Empleados de Comercio, que representa a la gran mayoría de los empleados en riesgo.
El presidente de la cadena de supermercados y el gerente de recursos humanos, Gustavo Riva, abandonaron con custodia el edificio del Ministerio de Trabajo, según comentaron fuentes de la empresa.
Anteayer, Tomada había rechazado la metodología de apriete que utilizó Pablo Moyano. "Hay que terminar con los cortes y las amenazas", había dicho el ministro.
Al borde de la quiebra
La cadena Eki está en pleno proceso concursal, con una deuda de 280 millones de pesos, y este año ya cerró 20 de sus 140 sucursales. Su planilla salarial tiene una carga mensual de 9.000.000 de pesos. En noviembre del año pasado había cambiado de dueños con el propósito de ser la boca de expendio en los centros urbanos de los productos del Mercado Central, pero la iniciativa no prosperó. Por estas horas, Eduardo González, el presidente de Eki, negocia con la firma Carrefour la venta de todas las sucursales de la cadena.
"Si se vende de manera total o parcial, se cuidará la fuente laboral de todos los empleados", aseguró a LA NACION Mariano Gaibisso, vocero de Eki. La jueza Margarita Braña, que interviene desde el Juzgado Comercial N° 22 en el concurso de la empresa, también pidió mantener las fuentes laborales en caso de una hipotética venta.
Después del incidente de ayer, el acuerdo está empantanado, con amenazas de paro y cruces retóricos desde todos los frentes involucrados.
PASO A PASO
- En convocatoria. La cadena de supermercados Eki está en concurso de acreedores desde noviembre de 2011, con una deuda de 280 millones de pesos. Este año cerró 20 de sus 140 sucursales.
- Despidos. Los 2300 empleados de Eki podrían perder su trabajo. La empresa les debe el 20% del sueldo de enero y todo el de febrero. Además, no informó a la AFIP para que se abonen las asignaciones familiares.
- Marcha de camioneros. El gremio de Moyano amenazó con realizar un paro nacional en los centros de abastecimiento si no se garantizaba la fuente de trabajo de los 2300 empleados.
- Reacción del Gobierno. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, rechazó las amenazas de Moyano, y dijo que no acató la conciliación obligatoria. En la reunión de ayer, un gremialista le pegó un cachetazo a un empresario de Eki.
