No tiene certezas de que pueda obtener los votos para seguir; tiene en contra a seis de los ocho mayores gremios
Hugo Moyano hizo cuentas y cruzó números. Estudió con sus aliados las probabilidades de conservar su poder al frente de la CGT. Hasta el momento fue como ver su futuro reducido a un papel con cifras y tachones. El cálculo es aún incierto y apresurado, pero reveló inicialmente un dato que podría conspirar contra sus deseos: seis de los ocho gremios con mayor caudal de votos están hoy distanciados del liderazgo del camionero.
Como no hay señales nítidas de que pueda surgir un candidato a partir del consenso, las diferentes líneas internas de la CGT analizan variantes con vistas al congreso que elegirá en julio a las nuevas autoridades.
Si hoy Moyano quisiera renovar su mandato, debería, sí o sí, trazar acuerdos con los gremios más numerosos. La ecuación es sencilla y proporcional: a mayor cantidad de afiliados, más delegados congresales con derecho a voto se tiene.
Por ahora, la disputa sería entre Moyano y Antonio Caló, que blanqueó su voluntad de ser candidato pese a los cortocircuitos internos que produjo su decisión en el corazón de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). El sector de "los Gordos" (representantes de los grandes gremios) no descartó todavía aportar un nombre propio; de no ser así, le daría su respaldo absoluto a Caló o al mecánico Ricardo Pignanelli.
"El resultado es impredecible y está abierto. Si la diferencia de otro candidato con Moyano es de 100 o 200 congresales [de un total de 1820], no servirá por el contexto económico que se viene. Así, el próximo secretario general ya empezaría mal", barruntó un moyanista de la primera hora.
Con el respaldo de varios sectores vinculados con el transporte y de un puñado de sindicatos pequeños, Moyano apuesta a sumar el apoyo de Gerónimo Venegas (trabajadores rurales) y de la tropa de casi 50 gremios que acompaña a Luis Barrionuevo en la CGT Azul y Blanca. Al camionero no lo termina de convencer el costo político que le puede traer a futuro la hipotética alianza con dos dirigentes que se oponen abiertamente a la Casa Rosada.
"Si Moyano no sale a la calle y no lleva a la práctica lo que anunció en Huracán, no vamos a jugar con él. Pero tal vez juguemos con un candidato propio. Se puede llegar a un acuerdo y conformar un triunvirato", deslizó a LA NACIÓN el líder gastronómico, Luis Barrionuevo.
Caló, el gran rival
La candidatura de Caló todavía no se barnizó. Sin el aval público de la UOM, su iniciativa pierde impulso. Esta semana se lo vio a Caló caminar junto con Francisco "Barba" Gutiérrez por la calle Bolívar rumbo al Hotel NH. Intentó un acercamiento. El intendente de Quilmes y dirigente metalúrgico mantiene a su vez estrechos lazos con el moyanismo: hace unas semanas le abrió las puertas a la Juventud Sindical de Facundo Moyano en su distrito.
Desde el sector de los "independientes", integrado por Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), evitaron hablar de candidaturas y nombres propios, a pesar de que surgió una fuerte versión que ya le habían garantizado su apoyo a Caló. Ellos están en desacuerdo con la manera personalista de ejercer el poder de Moyano. También criticaron el grado de confrontación que alcanzó el vínculo entre el camionero y Cristina Kirchner. Coinciden con esta postura "los Gordos".
"La idea que prevalece es lograr un cuerpo colegiado, una mesa de conducción", dijo a LA NACIÓN Andrés Rodríguez, representante de los estatales.
En el bastión de "los Gordos" no se apresuraron a hacer pronósticos. "Está todo muy frío, Pero nuestro sector va a discutir y actuará en forma unificada", certificó Héctor Daer (Sanidad).
La unidad sindical, hasta el momento, es una suerte de utopía. Llegar a julio con dos candidatos no sería lo ideal, afirmaron a LA NACIÓN dirigentes de todas las líneas internas de la CGT. El antecedente más cercano sobre una elección de secretario general que no se haya definido por acuerdo terminó con un quiebre entre la CGT Azopardo, conducida por Saúl Ubaldini, y la CGT San Martín, a cargo de Güerino Andreoni. Ahora, la amenaza de una nueva fractura en el mapa sindical está latente.
Los sectores que se disputan el control sindical:
- AZUL Y BLANCA
25% Luis Barrionuevo
Son unos 50 gremios que se alejaron de la CGT por diferencias con Moyano, que hoy intenta recuperar la relación con ellos.
- INDECISOS
20% Gerónimo Venegas
Son gremios de distinta orientación. Desde la Uatre del duhaldista Venegas hasta la UOM de Antonio Caló, que aspira al cargo de Moyano.
- MOYANISMO
16% Hugo Moyano
El líder camionero fue perdiendo apoyos a medida que crecía su enfrentamiento con el gobierno de Cristina Kirchner.
- INDEPENDIENTES
21% Gerardo Martínez
Son gremios de peso (UPCN, la Uocra, Obras Sanitarias, entre otros) que intentaron hacer equilibrio. Hoy están alejados de Moyano.
- LOS GORDOS
18% Armando Cavalieri
Son los históricos grandes gremios, que tomaron distancia de Moyano en la CGT. Son sus enemigos declarados desde hace tiempo.
Los ocho gremios con más peso:
- EMPLEADOS DE COMERCIO
Es el que mayor número de congresales tiene. Su líder es Armando Cavalieri, antimoyanista.
- UOCRA
El gremio de la construcción está liderado por Gerardo Martínez, enemigo de Moyano.
- UATRE
Es el gremio de los peones rurales, del duhaldista Venegas. No decidió cómo votará en la CGT.
- UOM
El líder de los metalúrgicos, Antonio Caló, aspira a suceder a Moyano al frente de la CGT.
- MUNICIPALES PORTEÑOS
En este gremio, liderado por Amadeo Genta, Moyano tiene aliados casi garantizados.
- UPCN
Andrés Rodríguez, líder de los estatales, se enrola entre los "independientes". No avala a Moyano.
- CAMIONEROS
Es el bastión de Moyano. Si no gana en la CGT, se refugiará en su gremio.
- SMATA
Su líder, Pignanelli, podría ser una opción para la CGT.
