Más de 20 personas y 6 autos recorren las calles tratando de atrapar a la mascota.
La intriga sobre el destino de Astro crece. Ayer, la dueña del perro, Alejandra Navarro (30), pasó el día buscándolo por el barrio 1 de Mayo, del municipio de Las Heras, en Mendoza. El caniche se extravió el 25 de febrero, cuando la mujer, su marido, los tres hijos y el perro embarcaron en un vuelo de Aerolíneas Argentinas desde Salta, con escala en Buenos Aires y destino final Tierra del Fuego. Casi pierden la conexión y no hubo tiempo de retirar las valijas y el canil a donde iba Astor. Una azafata de Aerolíneas les dijo que llegaría a destino. Pero las valijas arribaron un día después y la mascota no llegó.
Cuando la búsqueda del caniche llegó a la prensa, la compañía aérea le confirmó que el perro estaba en Mendoza. "Me dicen que anda con perritos callejeros y que lo están buscando en Las Heras", dijo la dueña. Ayer, seis autos y 20 personas, entre los que estaba el gerente de Aerolíneas, buscaban al perro cuadra por cuadra. La caravana de autos se detenía cuando aparecía una jauría y los que iban a pie se acercaban a las casas para mirar los patios donde se oían ladridos. "¿Vio a un caniche gris pequeño?", consultaban los brigadistas. La tarea no era fácil. Perros solos y abandonados en este barrio de clase obrera hay a montones.
Alejandra estaba pendiente del teléfono. A su lado iba Elsa Canto, empleada de limpieza del aeropuerto mendocino, quien dice ser responsable del extravío. "Le abrí la jaulita para darle de comer y salió corriendo", dijo compungida. Fue ella quien comenzó la búsqueda. El viernes jura que estuvo a punto de atraparlo. "Lo corrimos varias cuadras hasta que se refugió en el patio de una casa. Pero le abrieron la reja y se escapó de nuevo", contó Elsa. Enterado, el gerente de Aerolíneas en Mendoza, Adrían Regueira, fue hasta la esquina a donde supuestamente habían acorralado al perro. Pero a mitad de camino le avisaron que, otra vez, Astor huyó.
La búsqueda siguió en el barrio Paseo del Norte: en una cuadra donde todos los vecinos aseguraban haberlo visto. "Cada noche, desde hace dos semanas, duerme bajo mi camioneta", aseguraba Adrián. Su vecina, Norma Girala, contaba: "Lo vi pasar esta mañana, cabizbajo, calle abajo". Y un empleado de Aerolíneas, vestido con ropa deportiva, agregó: "El viernes lo corrí cinco cuadras y no pude alcanzarlo: soy maratonista".
Astor fue criado para estar con chicos y casi no sale a la calle. Su dueña descree de lo que dicen los vecinos: "No es de salir corriendo ni está acostumbrado a andar con perros vagabundos. Astor es un perro de casa".
