La avioneta quedó atravesada en medio del camino. El piloto logró salir ileso.
Nicolás Arévalo sobrevolaba la ciudad de Junín con una avioneta. Lo habían contratado para hacer la publicidad de un circo desde el aire. Pero una mala maniobra lo obligó a hacer un aterrizaje de emergencia. Terminó atravesado en la ruta y de casualidad no causó un choque múltiple. Cuando lo sacaron, Nicolás no tenía ni un raspón.
“Venía perdiendo altura por algún problema técnico. Hasta que enganchó el alambrado con las ruedas traseras, cayó al pavimento, giró 90 grados y quedó atravesado en medio de la ruta”, contó Ernesto Arriaga, vocero de Vialidad Nacional. Arriaga, que venía por la ruta 65, clavó los frenos y fue a auxiliarlo. “Corrí a apagar el inyector y lo saqué de la avioneta por miedo a que explotara. No pasó nada grave de milagro: si enganchaba el alambrado con las ruedas delanteras se clavaba de trompa en la ruta. Si hubiera habido más tráfico habría sido un desastre. Menos mal que la camioneta negra logró frenar a pocos metros”.
Nicolás –23 años, nacido en Luján– salió caminando, nervioso pero ileso. En la declaración que hizo en la comisaría 2° de Junín, contó que había salido del Club de Planeadores con una avioneta piper monomotor. Que quiso aterrizar para cambiar la publicidad de la avioneta pero cuando tocó el suelo la nave empezó a rebotar. Por eso tuvo que hacer una maniobra y logró bajar en la ruta.
