El sector aéreo en la Argentina tiene una piedra en el zapato: Intercargo.
Al menos es así para IATA. ¿Una amenaza, un problema? Más allá de la figura con la que quiso describir el asunto, Patricio Sepúlveda, vicepresidente regional para América latina y el Caribe, se encargó de dejar en claro que la operatoria "del proveedor monopólico de los servicios de rampa" de la empresa estatal (una sociedad anónima comercial cuyo capital accionario está constituido en un 80% por el Ministerio de Economía y 20% por el Ministerio de Defensa), es una preocupación central para las aerolíneas que operan en el país.
Intercargo brinda variadas prestaciones a la totalidad de los vuelos que transiten los aeropuertos y aeródromos del país (las únicas excepciones son Aerolíneas Argentinas y American Airlines, que tienen sus propios operadores): desde la carga y descarga de las aeronaves, su iluminación, limpieza, arranque y traslados, hasta la recepción, atención, manipulación de equipajes y traslado de pasajeros en tierra.
Desde IATA cuestionan el alza de las tarifas (dicen que entre 2010 y hoy fue del 55%), lo que hace que el costo operativo sea mucho más elevado que el promedio de la región, y la ineficiencia de Intercargo. Alegan que mientras por contrato el tiempo de salida de una valija es de 10 minutos, en la realidad pasan entre 45 y 50 hasta que ello ocurra. Otro dato que señaló Sepúlveda: "Es récord la cantidad de valijas plastificadas en la Argentina; eso es reflejo de la cantidad de robos y daños que hay".
