En busca de mantenerse en la conducción de la CGT, Hugo Moyano confirmó que impulsará en las elecciones del la CGT "el voto directo y secreto de los delegados congresales", algo que desde su entorno ya habían deslizado.
"Queremos democratizar aún más las elecciones de las organizaciones gremiales, por lo que vamos a promover que el voto en el congreso sea directo y secreto de los delegados gremiales para que voten lo que el afiliado trabajador quiere", dijo Moyano sobre el proceso de elecciones para renovar la comisión directiva de la CGT nacional.
En julio la CGT definirá autoridades y se impondrá quien logre la mayor cantidad de votos de los congresales. La reforma exige, así, una movida clave que desde hace días se viene planificando. Uno de los principales laderos de Moyano, el canillita Omar Plaini, relanzó gestos hacia el titular de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, para que el sector disidente se aproxime a la CGT y apoye la reelección del camionero. Además, ocurre en momentos de tensión entre la central obrera y el Gobierno.
"Yo creo que corresponde que Barrionuevo esté dentro de la CGT", aseguró en declaraciones a Radio 10 el sindicalista. Tal como viene informando este diario, Moyano busca aliados para mantenerse al frente de la central. En ese ecuación, en la que para sus pretensiones no le suman los denominados "Gordos" e "Independientes", cuenta con el gastronómico.
En declaraciones formuladas a Radio 2-Rosario, Moyano dijo "estar convencido de que los trabajadores están conformes con las políticas en defensa de los trabajadores que implementamos en la CGT".
Consultado sobre si será candidato a un nuevo mandato, dijo "no estar apurado porque aún hay tiempo, pero tengo la tranquilidad de haber hecho lo que corresponde con los trabajadores".
A Barrionuevo y Moyano los une una agenda común: salarios, impuesto a las ganancias y fondos de obras sociales, están en esa lista. Al respecto, Plaini afirmó: "Siempre trabajamos por la unidad". "Es una construcción que permite fortalecer al movimiento obrero más allá de las distintas corrientes", agregó.
La cuenta regresiva para julio, cuando la CGT elija a sus autoridades, ya comenzó. Moyano trabaja en su continuidad en el máximo sillón de la sede de Azopardo 802, mientras en el horizonte parece firme como su principal -tal vez único- rival el titular de la UOM Antonio Caló, que cuenta con el aval del Gobierno.
Además, Caló cuenta con el respaldo del jefe de los mecánicos automotrices (SMATA),Ricardo Pignanelli, de los "independientes" de la CGT, como Andrés Rodríguez(estatales de UPCN) y Gerardo Martínez (albañiles, UOCRA), y se cree que también de Omar Viviani, un histórico aliado de Moyano que en los últimos meses profundizó sus diferencias con el camionero.
En su edición del martes, Ámbito Financiero dio cuenta de que Moyano y Barrionuevo planean un encuentro formal para principios de abril tendiente a presionar de manera conjunta por los reclamos comunes. Así, jefe de la CGT, apurará una alianza estratégica para lograr que los congresales de medio centenar de gremios enrolados en la Azul y Blanca apuntalen su reelección.
En esa línea, el titular de la central obrera dijo que "históricamente cuando se normaliza la CGT se convoca a todos y todos quieren dar su opinión y eso se va a producir", aunque aseguró que "hace cuatro años" que no se reúne con Barrionuevo.
Moyano, hasta ahora, esperaba una señal desde la Casa Rosada antes de dinamitar los puentes con el oficialismo. Pero el llamado aún no llega, y Barrionuevo parece acercarse un casillero hacia el jefe de la CGT.
