Con la excusa de un cumpleaños, ayer se mostró con más de 50 dirigentes afines.
Con la excusa de festejarle el cumpleaños a un viejo aliado, Hugo Moyano hizo ayer una fuerte demostración de fuerza hacia dentro de la interna sindical: juntó en el quincho de la CGT a importantes referentes de diversos gremios que apoyarán su reelección en el congreso normalizador de julio. Los operadores del moyanismo se fueron del asado envalentonados: según sus cuentas, los números les dan para seguir en la central sindical.
Cerca de la cabecera de la mesa principal se sentaron el titular de los municipales porteños, Amadeo Genta, y el jefe de Confederación de Trabajadores Municipales de la Argentina, Rubén García. Entre ambos dirigentes suman unos 150 congresales a la CGT (sobre un total de alrededor de 1.600).
De la comida participaron más de 50 dirigentes sindicales. Otros de los que estuvieron fueron el maquinista Omar Maturano, el bancario Sergio Palazzo, el textil Jorge Lobais, el mercantil opositor Oscar Nievas, el dirigente del Caucho Juan Carlos Murgo y el canillita Omar Plaini. A la derecha de Moyano se sentó el ceramista Domingo Moreyra y, a la izquierda, el taxista Omar Viviani. Del taxista últimamente había dudas sobre si estaba alejado del camionero.
El encuentro fue para festejar el cumpleaños del ceramista Moreyra, quien estuvo preso en la dictadura y acompaña a Moyano desde los tiempos del MTA.
Aunque sopló las velitas, nadie se enteró de cuántos años cumplía Moreyra. "A determinada edad uno ya no cumple años; esto es un aniversario", bromeó Moyano.
"El movimiento obrero nunca permitió que un Gobierno elija a su secretario general", planteó Moreyra en su discurso. También le pidió a Moyano que siga como jefe de la CGT. Aunque apunta en esa dirección, el camionero sigue sin blanquear qué hará.
Hoy, Moyano participará de un acto en Pergamino junto al intendente radical Héctor Gutiérrez . Para el martes que viene convocó a reunión de Consejo Directivo de la CGT para fijar la fecha del congreso normalizador.
