Gremios aliados al camionero presionan para que se convoque una protesta ante la falta de respuestas del Gobierno. Pierde fuerza la candidatura de Caló para la sucesión.
A fuerza de machacar y machacar con sus reproches al Gobierno, Hugo Moyano logró en las últimas semanas recuperar el centro de la escena sindical y fortalecer sus pretensiones de obtener un nuevo mandato en la jefatura de la CGT. El ninguneo oficial y la falta de respuestas de la presidenta Cristina Fernández al largo listado de reclamos de los gremios terminaron por ser funcionales al plan reeleccionista de Moyano, quién cosechó la adhesión del sindicalismo anti-K y logró desinflar el ímpetu de sus adversarios internos por apurar su sucesión.
Impregnado de ese entusiasmo, el camionero decidió ayer apurar los preparativos para la convocatoria a la elección de renovación de autoridades de la central obrera, lo que comenzará a definirse el próximo martes durante la reunión del consejo directivo de la entidad. A la par los sectores más duros de su tropa presionan con la posibilidad de disponer una protesta nacional para después de Pascuas con el objetivo de exigir al Gobierno respuestas concretas para sus reclamos.
"El martes vamos a hablar todo y algo vamos a decidir, puede ser activar alguna medida porque no se puede seguir esperando", advirtió uno de los dirigentes que ayer participó del almuerzo organizado por Moyano en la sede cegetista para celebrar el cumpleaños del dirigente Domingo Moreyra. Sin embargo, la idea de una protesta no seduce a todo el moyanismo. Algunos gremialistas que responden al camionero, y que también participaron del asado, alertaron que esa alternativa podría ser contraproducente para los planes reeleccionistas de su jefe y plantearon insistir con los reclamos pero "sin pasarse de rosca". "No es lo mejor ahora porque puede terminar restando", indicaron desde ese sector.
El líder sindical evitó en el encuentro de ayer cualquier definición y escuchó en silencio los discursos de un par de dirigentes que llamaron a la unidad de acción en defensa de los intereses de los trabajadores, en clara alusión a los planteos por la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, el pago de la millonaria deuda que el Estado mantiene con las obras sociales y la eliminación del tope para el cobro de asignaciones familiares. Solo fijó para el martes la postergada reunión del consejo directivo, en la que se iniciarán formalmente los preparativos para el congreso sindical que en julio próximo debe elegir una nueva conducción. Al respecto, un dirigente explicó que seguramente se establecerá la fecha para la reunión del comité central confederal, el paso previo para después definir la convocatoria al congreso cegetista.
Mientras el camionero sigue dando forma a su estrategia reeleccionista, entre los sectores sindicales críticos a su conducción admitieron en las últimas horas que "perdió algo de fuerza" la idea de alentar al metalúrgico Antonio Caló como candidato de unidad para suceder a Moyano en el máximo sillón de la entidad. "Todavía falta mucho para lograr el consenso entre todos", indicó un referente del grupo de los "gordos" (grandes gremios), al tiempo que se mostró preocupado por las diferencias que genera la candidatura de Caló dentro de la propia conducción de la UOM.
Una posición similar comparten entre los llamados "independientes" (UPCN, Uocra y Obras Sanitarias), donde deslizaron la idea de una prórroga del actual mandato de Moyano hasta fin de año, de forma de ganar tiempo para reunir el respaldo necesario para potenciar la figura de un candidato alternativo al camionero para el máximo sillón sindical.
