El hijo de la Presidenta se prepara para postularse como diputado, pero aún no definió si lo hará en Santa Cruz o en provincia de Buenos Aires.
Con la gente. Máximo estuvo haciendo media training para mejorar su exposición en ámbitos públicos. Pocos le conocen la voz.
Máximo Kirchner trabaja en su candidatura a diputado nacional para las legislativas del año que viene. La idea la manejan herméticamente un puñado de hombres de confianza de la presidenta Cristina Fernández. La incógnita es por qué distrito irá. En principio, por ley, debería postularse por Santa Cruz. Allí nació y se crió. Y es donde vive ahora.
De todos modos, si quisiera desembarcar en la provincia de Buenos Aires la maquinaria del PJ podría echar mano a un artilugio que le permita computar la residencia de Olivos como su hogar, tal como hicieron con su padre, Néstor. Difícil, pero no imposible.
Los estrategas del peronismo lograron consagrar a Daniel Scioli como candidato a gobernador aunque es un porteño de pura cepa. Y ese caso sí que fue complicado para los abogados. La solución mágica llegó de manos de Jorge Landau, el histórico apoderado del Partido. "Descubrimos en el Registro de la Propiedad que la casa en la que vivió Scioli estaba como bien de familia, y él era parte de esa familia", le dijo a la revista La Tecla.
El problema que tiene Máximo en Santa Cruz es que quedó mal parado tras intentar llevarse puesto al gobernador Daniel Peralta a fin del año pasado. El hijo presidencial fogoneó la sublevación de los legisladores provinciales de La Cámpora, que se apartaron del bloque oficialista. También motorizó la renuncia de ministros y funcionarios. La excusa, el ajuste fiscal que promovía Peralta. Terminó todo en un estrepitoso fracaso: Peralta no está en su mejor momento, pero no renunció ni piensa hacerlo. Hasta se atrevió a desafiar en público a los camporistas.
La otra dificultad para una eventual postulación en Santa Cruz es que no contará con el respaldo de una boleta nacional, con su madre como candidata, que genera un arrastre importante de votos. El aparato del PJ no tiene el mismo peso en Santa Cruz que en la provincia de Buenos Aires, aunque los Kirchner mantienen un alto nivel de aprobación en el territorio.
Máximo y Cristina están preparando, al mismo tiempo, el desembarco total de hombres de La Cámpora en la estructura de Gobierno. Cuando la Presidenta se preguntó qué poder podían tener seis diputados nacionales y un puñado de funcionarios olvidó mencionar que la agrupación juvenil no sólo cuenta con eso. Tiene, al menos, 200 cargos y miles de contratos, además del manejo de la empresa Aerolíneas Argentinas. Máximo acaba de insertar en el Banco Nación a su amigo personal y abogado, santacruceño él, como director (ver abajo). El hijo propone, ella hace y deshace. Todos obedecen.
CFK está obsesionada con cumplir el "transvasamiento generacional" con su hijo Máximo como líder de los jóvenes. Encuentra en ellos a leales soldados, que no cuestionan y acatan. Y piensa poblar las listas legislativas con sus nombres.
En 2013 se vencen los mandatos de los diputados que asumieron en 2009. Para el kirchnerismo esa fue una pésima elección. Si logra un buen resultado el año que viene, podrá contar con una tropa de fieles legisladores. En la ingeniería del armado, también está Eduardo "Wado" de Pedro, actual diputado, miembro de la mesa chica camporista.
El jueves participó del relanzamiento de Kolina, la organización política de Alicia K. Allí había intendentes y ex candidatos a intendentes. La idea de Kolina es facilitarle el despliegue territorial a los dirigentes jóvenes para que primero puedan ir por las legislativas y luego por intendencias de la provincia.
