Uno de los conceptos que surgieron mas recientemente para retener al personal valioso es el del “salario emocional”, una variable que surge a partir de la premisa de que no todo lo que hace un empleado puede pagarse con dinero. En particular, la motivación.
Esta noción, que se está posicionando con fuerza en Europa y Estados Unidos, apunta a ofrecer una mejor calidad de vida y de trabajo más que al bolsillo. Y si bien puede parecer una utopía, hay ámbitos en los que resulta una manera muy efectiva de motivar al personal (siempre que - además - el salario sea adecuado). La idea es brindar al empleado un reconocimiento -un “pago en especies” -que le haga sentir “una palmada en la espalda”-.
¿Un ejemplo? Que lo feliciten públicamente. Que le ofrezcan horarios flexibles, teniendo en cuenta sus necesidades personales. Que le propongan posibilidades de capacitación, o un mejor ambiente físico de trabajo.
Se trata de concederle ciertos privilegios que pueden hacerlo sentir valioso y valorado, y que proponen crear lazos emocionales entre la empresa y cada empleado. Por algo también se lo llama: “salario a la carta”.
¿Cariño? No, productividad.
La situación de crisis que viven actualmente de EEUU y Europa, impulsa situaciones laborales mas precarias que de costumbre, y un ajuste general en los salarios. Como resultado, las compañías apelan a la creatividad para retener a su gente más valiosa con incentivos no monetarios.
Cabe señalar que en forma paralela, los conceptos tradicionales de motivación fueron cambiando, y hoy el capital humano busca -además de un salario interesante- un buen clima de trabajo, junto con el reconocimiento y autorrealización, tanto personal como en su carrera.
Y dentro de los motivos que los talentos argumentan para dejar la empresa, antes que otros factores se menciona la rigidez o poca flexibilidad frente a sus necesidades.
Esto lleva a las empresas a tratar de convertirse en buenos lugares para trabajar, tanto para retener a su gente como para seguir captando talentos.
Sin dudas, esta es una poderosa herramienta para alinear al personal con el proyecto de la empresa. Pero no se trata de ofrecer el oro y el moro para que la gente se quede.
Desde el área de RRHH, este nuevo concepto deberá sumarse a otras herramientas motivacionales. El objetivo del salario emocional es gratificar el buen desempeño creando las condiciones complementarias de lo que el empleado concretamente se lleva al bolsillo, para que se sienta contento con la empresa y la elija.
