El líder de la UOM confirmó que será candidato aunque no haya unidad. El camionero dijo que está dispuesto bajarse de su reelección si Cristina se lo pide públicamente.
El clima de campaña se instaló de lleno en la interna de la CGT. Mientras Hugo Moyano avanzó ayer con su estrategia de seducción sobre posibles aliados gremiales y hasta desafió a la presidenta Cristina Fernández con dar un paso costado de la cúpula cegetista si la mandataria se lo pide públicamente, los sectores enfrentados al camionero decidieron avanzar con la impugnación del llamado al congreso sindical del 12 de julio con el argumento de que el moyanismo no obtuvo el quórum necesario para formalizar esa convocatoria. La ofensiva de la disidencia antimoyanista se completó con el aporte del metalúrgico Antonio Caló, él hasta ahora principal candidato de la oposición al camionero, quien advirtió por primera vez su disposición a dar la pelea por la jefatura sindical aún si no se alcanza un acuerdo de unidad. “Si tenemos que competir, Caló asumirá la responsabilidad. El que gana, gana, y el que pierde, acompaña”, afirmó el titular de la UOM , marcando un cambio significativo sobre su propia posición original de solo aceptar la postulación como “prenda de unidad” entre todas las corrientes sindicales.
El pronunciamiento de Caló tuvo lugar horas después de que el propio Moyano volvió a despacharse con todo contra la Presidenta, a quien tildó de “soberbia” y hasta la acusó de intentar sustituir por organizaciones sociales y de la juventud el apoyo del movimiento obrero a su proyecto político. “Sería un error garrafal”, le advirtió el camionero, tras lo cual desafió a la mandataria a que, si se lo “pide” públicamente, él dará “un paso al costado” en la conducción de la central obrera.
Moyano participó ayer en el camping del sindicato de tintoreros de un encuentro con un grupo de organizaciones sindicales que apoyan su reelección con el propósito de analizar la estrategia del sector de cara a la reunión del Comité Central Confederal de la CGT que se efectuará el 23 de mayo, como paso previo al congreso que debe definir la nueva conducción de la entidad. La principal preocupación del moyanismo se concentra por estas horas en ampliar el número de congresales que acompañarían la reelección del camionero en una virtual disputa con los gremios disidentes, que aseguran contar con más del 60% de los miembros del congreso cegetista.
Algunos referentes del entramado antimoyanista mantuvieron ayer una reunión reservada en la sede de Luz y Fuerza en la que definieron los detalles de la presentación que realizarán ante el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para reclamar la impugnación de las resoluciones del consejo directivo de la central obrera, que la semana pasada fijó los plazos formales para la elección de las nuevas autoridades de la entidad.
Según los antimoyanistas, el consejo no logró el quórum necesario para adoptar esas resoluciones, por lo que la convocatoria al congreso sería nula. “El Ministerio deberá resolver el tema o intentar un acuerdo entre las partes”, dijo uno de los dirigentes que asistió al encuentro de ayer, donde estuvieron Armando Cavalieri (Comercio), Ricardo Pignanelli (Smata), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Andrés Rodríguez (Upcn), Luis Barrionuevo y los referentes de Sanidad Carlos West Ocampo y Héctor Daer. Caló no participó del encuentro.
La oposición a Moyano volverá a reunirse el lunes en una cita en la que apuestan sumar la adhesión de nuevos gremios, de forma de ampliar su representación en el congreso sindical. Según los cálculos de ese sector, hasta ahora ostentan cerca de 1130 congresales sobre un total de 1920 delegados.
