Con Larroque a la cabeza, defendieron airadamente el proyecto y refutaron a la oposición.
El discurso duró sólo 180 segundos, pero captó la atención de todos en el recinto. Ese lapso alcanzó para que varios diputados de la oposición se movieran indignados en sus bancas y para que casi 30 oficialistas abandonaran sus asientos para acercarse a felicitar al orador. Era la primera vez del secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, o "el Cuervo", como lo llamó con una sonrisa cómplice el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, al cederle la palabra.
Después de casi seis meses de silencio y perfil bajo en el Congreso, la agrupación juvenil kirchnerista hizo oír su voz en el recinto de la Cámara de Diputados , en el último día de debate de la ley de expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF.
Además de Larroque, rompieron el silencio María Luz Alonso (La Pampa) y Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).
En sus primeras palabras oficiales como diputado nacional, Larroque le respondió a la legisladora de Pro Gladys González que, horas antes, había dicho que temía que YPF se convirtiera en un nuevo "chiche" de La Cámpora.
"El único chiche que conozco es la ciudad de Buenos Aires en manos de Mauricio Macri. Avísenle que no es un chiche, que es el lugar donde viven millones de personas", dijo, y se llevó la ovación de los militantes kirchneristas que ya ocupaban las dos bandejas superiores de la Cámara baja. Minutos antes, había posado, haciendo la "V" de la victoria con la mano derecha, para las fotos que les sacaban los manifestantes desde lo alto.
De jean azul, camisa celeste sin corbata y con un prendedor con el escudo de YPF en la solapa izquierda de su saco verde, Larroque también se ganó los aplausos de los militantes cuando replicó, sin nombrarla, a Elisa Carrió, que había acusado al kirchnerismo de llevar al matadero a los jóvenes que se iniciaban en política.
"La única que fue conducida al matadero es ella y fue conducida por el señor Magnetto [CEO del Grupo Clarín]", disparó, con tono de orador experimentado y marcando el ritmo de su discurso con el dedo índice izquierdo en alto.
Enseguida, sostuvo que era imposible agraviar la memoria de Néstor Kirchner. "Vive en el corazón del pueblo argentino", vociferó. Sobre su banca había un borrador de su discurso, escrito a mano, dos celulares y una botella de agua mineral sin gas. "Kirchner no se arrodilló ante las corporaciones frente a las que ustedes sí se arrodillaron", agregó, sobre el final.
El primero en felicitarlo con un abrazo fue otro integrante de La Cámpora, Eduardo "Wado" De Pedro, sentado a su izquierda. Después se acercaron también Mayra García (Buenos Aires), Alonso y Fernández Sagasti.
Las dos últimas compartieron el tiempo de exposición en su debut como oradoras. "YPF emociona porque fue parte de la historia argentina, porque significa progreso y porque nos da esperanza", dijo Fernández Sagasti, visiblemente nerviosa.
Al finalizar, se abrazó con Alonso, que, justo antes, había dedicado parte de su discurso a defender la gestión estatal en Aerolíneas Argentinas, a cargo de Mariano Recalde, otro de los miembros de La Cámpora.
El que también tuvo hinchada propia en su debut fue Leonardo Grosso, líder de la rama juvenil del Movimiento Evita, la otra agrupación que llenó de militantes los palcos que rodean el recinto.
