Los pases de factura por la interna de la CGT llegaron al pago chico de Hugo Moyano: los sindicatos del transporte. El camionero le bajó el pulgar a su exaliado Omar Viviani (taxistas) para continuar al frente de la confederación de gremios de la actividad, donde prevé recalar Moyano en caso de perder la jefatura de la CGT. Lo hizo en una agria reunión anoche luego de que el jefe de los taxistas oficializara el miércoles su apoyo a Antonio Caló, que aspira a quedarse con la secretaría general de la central obrera el 12 de julio próximo. La CATT, el sello en cuestión, es una agrupación de gremios carreteros, marítimos, ferroviarios y aeronáuticos.