"La señora anda un poco nerviosa", dijo Lobais, identificado con el liderazgo de Moyano.
Más notas para entender este temaLa UOM sigue en estado de alertaParos en Mar del Plata Una dura reacción suscitaron en el sector sindical, principalmente en el entorno de Hugo Moyano, las críticas de la Presidenta a los dirigentes gremiales, a quienes les pidió sensatez en sus reclamos.
El jefe del sindicato de los textiles, Jorge Lobais, de estrecha relación con el líder camionero, afirmó que "la señora anda un poco nerviosa", en respuesta a la queja de Cristina Kirchner, que dijo sentir "rabia" ante ciertos reclamos sindicales. "No todos los presidentes viven como José Mujica", dijo ayer el dirigente gremial, al contrastar la austeridad del presidente uruguayo con el nivel de vida de muchos políticos.
La CTA opositora, que encabeza Pablo Micheli, definió el mensaje de la Presidenta como "un ataque contra la dirigencia sindical" y ratificó la convocatoria a un paro nacional para el 8 de junio, en reclamo de "paritarias sin techo".
También el titular del gremio de los empleados judiciales, Julio Piumato, salió al cruce de la mandataria. Calificó de "injusto" el planteo contra los reclamos sindicales y le respondió que quienes "se borran o se van a sus casas, en general, son los políticos, no los dirigentes gremiales".
En su discurso, Cristina Kirchner había señalado: "Uno tiene rabia por las cosas que escucha. Los dirigentes sindicales se van a sus casas y nunca son pobres. Los trabajadores son los que quedan en la calle". En la réplica, Piumato fustigó: "Rabia da que se olviden de los que no pueden tener un techo propio a pesar de tener un trabajo, de los que no llegan al salario mínimo vital y móvil, de los que están precarizados".
Piumato acusó a la Casa Rosada de "falta de gratitud" con la CGT que conduce Moyano y relativizó los logros del kirchnerismo. "Cuando en la Argentina impere la justicia social y todos vivamos con la dignidad que alguna vez tuvimos, ahí será legítimo que algunos se planteen la superación del peronismo", señaló.
El sindicalista Gerónimo "Momo" Venegas negó también que los dirigentes sindicales vivan "más cómodos que la Presidenta". Con ironía, dijo que "en caso de que se vaya, las mansiones, los hoteles y todo lo que ella tiene le van a servir para vivir cómodamente, mucho más cómodamente que muchos de nosotros".
El ruralista anticipó que luego de la definición de la conducción de la CGT, que disputarán en julio Moyanoy el metalúrgico Antonio Caló, el sindicalismo "saldrá a protestar detrás de una serie de reclamos" para "recuperar la movilización callejera".
Recuerdo de los años 90
El diputado Facundo Moyano, hijo del jefe de la CGT, recordó que en los años 90 su padre "también fue [calificado de] corporativo, sectario y poco solidario", cuando se enfrentaba con el gobierno de Carlos Menem.
A través de mensajes difundidos en su cuenta de Twitter, el titular del sindicato del peaje reivindicó los reclamos sindicales y advirtió que "los maestros, aeronáuticos, camioneros, petroleros, metalúrgicos y trabajadores del subte no son sectarios ni quieren hacerle mal a los argentinos".
El hijo del líder de la CGT afirmó que "los camioneros fueron sectarios y corporativos yendo a buscar ganado a Azul, arriesgando sus vidas, por pedido de Néstor Kirchner cuando se desabastecía", en medio del conflicto con el campo.
Al trazar un panorama crítico, escribió en la red social: "Ni el 30% de pobreza ni el 34,5% de trabajo no registrado, en un país que creció un 7,7% promedio los últimos ocho años, es culpa de los sindicatos".
A la reacción gremial se sumaron los diputados nacionales Fernando "Pino" Solanas (Proyecto Sur), que aseguró que el Gobierno "no tiene voluntad para solucionar los reclamos gremiales", y Claudia Rucci (Frente Peronista), quien juzgó "inconcebible que alguien que se dice peronista menosprecie al sindicalismo y su aporte".
