Con los usuarios otra vez como rehenes, cruzan acusaciones los gobiernos de la Nación, de la Ciudad, la empresa y los gremios.
La avenida 9 de Julio y Corrientes, ayer, a las 18.55, colapsada en ambos sentidos de circulación; el panorama promete ser el mismo durante todo el día de hoy. El paro de subtes que comenzó ayer al mediodía no sólo trastornó la vida del millón de pasajeros que viajan diariamente en la red. Además, hizo recrudecer la disputa entre los gobiernos nacional y de la Ciudad por el manejo del subte y provocó airadas críticas del ministro de Planificación, Julio De Vido, a la empresa Roggio, propietaria de la concesión de Metrovías. De Vido señaló que Mauricio Macri "se borró" a la hora de hacerse cargo de la prestación del servicio; por su parte, Juan Pablo Piccardo, presidente de la empresa estatal porteña Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), respondió que "el Estado nacional se quiere desligar del asunto cuando es el único que tiene un contrato de concesión con Metrovías".
Mientras de un lado al otro se repartían reproches y chicanas, el juez en lo Contencioso Administrativo Federal N° 2, Esteban Furnari, dispuso que los gobiernos de la Nación y de la Ciudad presenten un informe, en el plazo de ocho días, acerca de la situación de los subtes, a raíz de un recurso de amparo planteado por los diputados opositores Graciela Ocaña y Daniel Amoroso. Con esta decisión, la Justicia intercede en la puja política y reclama el detalle de la actualidad de los subtes, que según los metrodelegados hace más de cuatro meses que no reciben las revisiones correspondientes.
Durante la tarde, en presentación pública, De Vido, junto a su par de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, emplazó a Metrovías a discutir paritarias. Además, acusó a la empresa de "amenazar a los usuarios con un corte de servicio", situación que calificó de "ilegal" y "muy grave". Y remató: "Voy a pedir que esa interrupción del servicio sea tenida en cuenta en otras empresas que tiene Roggio en el país, como Aguas de Córdoba o la recolección de residuos de la Ciudad".
Desde el mediodía de ayer, las estaciones de subtes, vacías y cerradas. Foto: LA NACION / Fabián MarelliCon especial dureza, el ministro remarcó que "desde 1979 los subterráneos son de exclusivo dominio de la ciudad de Buenos Aires. El gobierno nacional sólo tenía a cargo la operación. Y, de hecho, la concesión está firmada por la Ciudad y Metrovías, refrendada por la Nación".
En la vereda de enfrente, Juan Pablo Piccardo remarcó que Metrovías debe hablar con los trabajadores para solucionar el conflicto y que en caso de necesitar un subsidio debe solicitárselo al gobierno nacional.
Por su parte, los delegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y el Premetro (Agtsyp), Néstor Segovia y Roberto Pianelli, culparon al gobierno porteño y a Metrovías por el paro y calificaron de "irresponsable" al jefe de gobierno de la ciudad, Mauricio Macri. Según los delegados, "el gobierno de la ciudad ayudó a Metrovías con el aumento del boleto, y gracias a esa medida la empresa recibe un 30% más de lo que percibía en concepto de subsidios".
A través de un comunicado, la empresa Metrovías expresó su "profunda preocupación" por el paro y ratificó que la compañía atraviesa una "compleja situación económico-financiera". En el mismo documento, subrayaron que "para la empresa no es posible asumir nuevos costos en el servicio sin que se produzca alguna definición sobre el origen y la continuidad de los fondos necesarios". De todas maneras, en la empresa aseguraron que se comprometen a continuar con las gestiones tanto ante el gobierno nacional como ante el gobierno de la ciudad de Buenos Aires para que se normalice la situación".
