Por Mariano Thieberger
Dejó afuera de la delegación sindical a quienes no respaldan su re reelección.
Sin duda no habrá mejor momento para viajar a Ginebra tanto por precio como por la época del año, en la que la ciudad y sus alrededores florecen con el verdor de la primavera. Y es que, además de sus atractivos culturales e históricos, la ciudad más occidental de Suiza cuenta con excepcionales parques y áreas verdes en los que disfrutar de la Naturaleza y el buen tiempo en un ambiente distinguido muy especial”. El aviso de la agencia de turismo es tentador. Y los sindicalistas que suelen viajar por esta fecha a Ginebra para la Conferencia Internacional del Trabajo de la OIT también pueden dar fe de ello. Pero esta vez, muchos tendrán que cancelar las reservas de pasajes y hoteles. Sucede que a raíz de la pelea por la conducción de la CGT, Hugo Moyano bajó a sus rivales de la delegación argentina a Suiza.
El único de los enemigos internos de Moyano que se salvó fue el titular del gremio de la Construcción y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, que ya estaba en Ginebra cuando el camionero resolvió modificar a los integrantes de la delegación sindical.
El 14 de mayo, Martínez presentó una nota en el Ministerio de Trabajo informando “los nombres de las compañeras y compañeros” que participarían del congreso de la OIT entre el 30 de mayo y el 15 de junio. Allí figuraban, además del propio Martínez, varios de los sindicalistas que buscan desplazar a Moyano de la conducción de la CGT: Andrés Rodríguez (UPCN), Noemí Isabel Menéndez (Modelos), Mónica Rissotto (del gremio de Taxistas que lidera el ex aliado de Moyano Jorge Viviani), Omar Suárez (SOMU) y Héctor Daer (Sanidad), entre otros.
Dos días después, Martínez se reunió con Moyano. Hablaron de la delegación que viajaría a Ginebra y de la necesidad de evitar la ruptura en la central sindical. El camionero confirmó que una semana después se haría el Comité Central Confederal y reclamó la presencia de sus rivales.
El 23 de mayo, Moyano encabezó el Confederal en la CGT sin “independientes”, “gordos” y barrionuevistas. Ratificó la fecha del 12 de julio para el congreso en que buscará su reelección y acusó al Gobierno de salir a comprar dirigentes sindicales con plata de las obras sociales.
Un día después, el 24 de mayo, llegó a la mesa de entradas del Ministerio de Trabajo una nueva nómina de “compañeras y compañeros” para el viaje a Suiza. Ya no con la firma de Martínez sino la del propio Moyano. En esta ocasión, no figuraban más los rivales del camionero sino sólo sus aliados incondicionales, como el judicial Julio Piumato o Juan Carlos Schmid, del gremio de Dragado y Balizamiento -que también figuraban en la delegación anterior- y otros que fueron incorporados para cubrir las vacantes. Los que todavía no se subieron al avión rumbo a Europa tienen previsto hacerlo en las próximas horas.
Los enemigos del camionero se quedaron en Buenos Aires masticando bronca. Unos creen que el ministro Carlos Tomada podría poner algún obstáculo oficial a la delegación de Moyano. Otros, en cambio, suponen que tendrán que esperar todo un año para cobrarse venganza. Se consuelan pensando que Ginebra siempre vuelve a florecer en primavera.
