El camionero dijo que la entidad “siempre estuvo dividida” y sus aliados afirman que solo falta que la ruptura se institucionalice. Sus opositores vuelven a reunirse el miércoles.
Hugo Moyano dio cuenta ayer públicamente de que no tiene ningún interés en un proceso de unidad en la conducción de la central obrera. “La CGT siempre estuvo dividida”, aseguró el camionero y renovó la embestida contra sus adversarios gremiales, a los que calificó directamente de “voceros” del Gobierno. Las duras críticas de Moyano tuvieron lugar en el marco de la creciente ofensiva que lleva adelante el bloque de gremios enfrentados a su liderazgo, que denuncia el personalismo del camionero y pugna por la elección de una conducción de consenso al frente de la central sindical.
El frente antimoyanista volverá a reunirse este miércoles para seguir dando forma a su estrategia de cara al congreso de renovación de autoridades de la CGT convocado para el próximo 12 de julio. Como paso previo, el bloque que agrupa a referentes de los gordos, independientes, barrionuevistas y ex aliados del moyanismo presentaron ante el Ministerio de Trabajo un pedido para que declare ilegal (por falta del quórum necesario) el proceso de llamado a elecciones en la central obrera. La intención del antimoyanismo es que la intervención de Trabajo se extienda a la fiscalización de los padrones de congresales que deben elegir al nuevo jefe cegetista. “Hace falta un control porque Moyano puede poner a cualquiera”, sospechan.
Ante esos embates, el camionero sigue enfocado en desautorizar a sus adversarios con el argumento de que actúan por “orden” del Gobierno. Tras su denuncia de la semana pasada sobre la supuesta “compra” de dirigentes por parte del Ejecutivo, Moyano volvió ayer con el mismo discurso y reprochó a sus opositores de actuar en su contra “alentados” por la presidenta Cristina Fernández. “No vamos a hacer lo que el Gobierno nos diga, siempre defendemos lo mismo. Apoyamos el modelo, pero sin dejar de responder lo que le corresponde a los trabajadores”, enfatizó.
En esa línea, cerca del jefe cegetista admiten que ya es un hecho la ruptura de la entidad y advierten que solo resta que se “institucionalice” ese proceso. La división cegetista ya tuvo efectos en la Confederación de gremios del Transporte (CATT), donde un importante grupo de sindicatos encabezado por el taxista Omar Viviani abandonaron la entidad molestos por la actitud personalista del camionero. La CATT tiene previsto elegir hoy sus nuevas autoridades, con el dirigente Juan Carlos Schmid como titular, aunque reducida significativamente en su poder de fuego.
