Barrionuevo y otros gremios no avalaron el pedido para impugnar el comicio de la CGT.
Era difícil que no brotaran cortocircuitos en la mezcolanza opositora. Los une el afán por desbancar a Hugo Moyano, pero surgen diferencias a la hora de activar la estrategia. Lejos de ser una decisión unánime y con dirigentes de peso ausentes, la disidencia moyanista resolvió anoche avanzar con el pedido de impugnación de las elecciones de la CGT ante el Ministerio de Trabajo.
La solicitud para que intervenga el Gobierno se presentará hoy o mañana en los despachos de la cartera laboral. La oposición sindical alertó sobre irregularidades y puso en tela de juicio el quórum con el que Moyano oficializó la convocatoria a las urnas para el 12 de julio próximo, en el microestadio del club Ferro Carril Oeste.
Bajo el mismo techo conviven "los Gordos" (representantes de los grandes gremios), los barrionuevistas, ex moyanistas y dirigentes sindicales vinculados con el Estado. Ayer, tras un encuentro en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), comenzaron a salir a la luz algunas diferencias.
La primera grieta la dejó al descubierto Luis Barrionuevo . El líder gastronómico y la gran mayoría de su tropa de gremios de la CGT Azul y Blanca no participaron ayer de la cumbre disidente. Sólo estuvo Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), casi como un gesto de que la alianza todavía no está rota del todo.
"No fue porque el Gobierno no da respuestas a los reclamos sindicales", dijo a LA NACION un dirigente muy cercano a Barrionuevo.
El gastronómico barrunta que las promesas oficiales de mejoras salariales e impositivas y de la cancelación gradual de la deuda con las obras sociales no se concretarán, más allá de una eventual salida del camionero de la CGT.
No se descartaría un nuevo acercamiento de Barrionuevo s Moyano, como sucedió a fines del año pasado, cuando el jefe camionero cristalizó su distanciamiento de la Casa Rosada.
Barrionuevo avivó otro conflicto interno entre la disidencia, al poner reparos a la candidatura del metalúrgico Antonio Caló. Anteayer, el gastronómico insistió en la teoría de un triunvirato, con un dirigente por cada sector de la oposición. Hasta se animó a autoproclamarse candidato. Su declaración no cayó bien entre "los Gordos".
Caló es impulsado principalmente por el bastión independiente, que integran Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Andrés Rodríguez (UPCN). El sector de "los Gordos" ya le dio su respaldo, aunque en un principio apostaba a un nombre propio: Héctor Daer. También garantizó su aval el grupo de ex moyanistas que encabezan el taxista Omar Viviani y el docente Horacio Ghillini, ambos presentes ayer en la cumbre de UPCN.
"Espero que los muchachos me den su apoyo", dijo Caló antes de participar del encuentro opositor. Su presencia había estado en duda por una gripe, pero finalmente asistió. Su nombre se mantiene como el principal aspirante a suceder a Moyano.
La impugnación
Parte de la disidencia moyanista y un grupo de abogados avanzarán con los pasos formales para intentar anular la elección de la CGT. En caso de no lograrlo, aspiran al menos a que el Gobierno observe con lupa una eventual disputa en las urnas.
La oposición participará de un comicio solamente "si una comisión mixta de ambos sectores pone las reglas del juego", según condicionó el estatal Andrés Rodríguez, que no rechazó un posible acuerdo con el moyanismo. "Hay que seguir conversando en busca de lograr la unidad del movimiento obrero", dijo.
Otro cabecilla de la disidencia, en cambio, descartó esa alternativa y ya activó la organización de una foto con todos los opositores a Moyano para escenificar una virtual mayoría.
LOS ESTATALES DEFINEN UNA HUELGA
Los 172 delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se reunirán hoy y mañana en un congreso en la sede de avenida Belgrano 2527 para definir un paro nacional para el 27 de junio próximo. Será ?una huelga para pedir mejoras salariales, objetar el trabajo en negro ?y la precarización laboral. La medida de fuerza afectará a hospitales y a los 700 municipios donde ATE tiene representación. "Hoy, en promedio, un trabajador del Estado nacional percibe el doble que un trabajador provincial. Y éste, a su vez, percibe el doble que un trabajador municipal. Hay que terminar con esto", dijo el líder nacional de ATE, Julio Fuentes.
