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Ante la posibilidad de que la licitación de hoy fracase, maneja dos opciones para retomar la conectividad del país: formar una empresa estatal o alquilar los aviones.
El tema fue analizado en el Consejo de Ministros, cuando el titular de Transporte, Enrique Pintado, informó al presidente José Mujica sobre las últimas novedades del remate, que será hoy al mediodía en el aeropuerto de Carrasco. Fue un repaso rápido del secretario de Estado, y afuera de la sala de reuniones de la residencia de Suárez y Reyes (Prado), en conferencia de prensa, los voceros hablaron de un ‘Plan b’ ante la posibilidad de que la subasta quede desierta.
“En caso de que suceda algo diferente, el gobierno tiene cosas pensadas para hacer”, dijo el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa. “El gobierno tiene un Plan b”, agregó el secretario, Alberto Breccia.
Según pudo saber El Observador, las alternativas son dos. Por un lado, formar una empresa estatal que administre los activos, asuma las deudas y retome la operativa. Esta es la opción menos deseada en la interna del gobierno, pero que no se descarta en absoluto. La otra consiste en dar en alquiler las aeronaves y vender las frecuencias que tenía la ex Pluna -y que ahora el gobierno mantiene en reserva- para hacerse de dinero fresco y cancelar las deudas.
En el Poder Ejecutivo restan importancia a la cantidad de empresas que pagaron u$s 5.000 para tener derecho a acceder de primera mano a la información de los aviones, poder visitarlos en Carrasco y realizar preguntas técnicas.
Entre los interesados más visibles se encuentran el empresario argentino propietario de la aerolínea BQB, Juan Carlos López Mena, la empresa venezolana Conviasa, la argentina SOL y la empresa de transporte Cutcsa.
Fuentes de BQB no confirmaron ni descartaron que mañana se presenten en la subasta. Lo mismo declaró a El Observador el embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Chirino, respecto de Conviasa.
Sobre Cutcsa, en tanto, se desconoce aún su participación. Una fuente be la empresa dijo que su presidente, Juan Salgado, se encuentra en el exterior, y vuelve hoy al país.
El remate tiene una base de u$s 136 millones. Si no hay ofertas, se realiza en el acto una a la baja, con un mínimo de u$s 100 millones. Por otro lado, el sindicato de trabajadores de Pluna, que supo manejar la posibilidad de presentarse como oferente a la subasta de los aviones, comenzó a gestionar la participación de Conviasa, una vez descartada la primera opción que los involucraba. Para ello, tomaron contacto con los trabajadores de la empresa caribeña, pero hasta ayer no tenían información de que esta fuera a participar. Por otra parte, ellos también asumen como posibilidad el fracaso del remate, y para ello preparan un proyecto de autogestión.
Según explicó ayer a El Observador el presidente del sindicato, César Iroldi, han trabajado con el PIT-CNT para diagramar ese proyecto, que sería presentado al gobierno en caso de que la subasta quede desierta.
