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15/09/2012 La Nación

Los gremios piden no subestimar los reclamos

La magnitud del cacerolazo de anteanoche en diferentes puntos del país hizo coincidir algunas opiniones en el atomizado campo sindical. Diversos dirigentes estuvieron de acuerdo, casi de manera unánime, en que el Gobierno no debería minimizar la protesta y que tendría que atender algunos de los reclamos pedidos por los manifestantes.

Hugo Moyano, desde Santa Fe, fijó la postura del sector de la CGT que él representa. "Fue un llamado de atención. La única intención de la manifestación fue decirle a la señora Presidenta que atienda los reclamos de la sociedad y que no actúe con tanta soberbia. Nadie quiere sustituir a nadie", dijo el jefe de los camioneros. Y agregó: "La política de imponer en el Congreso lo que quieren también es lo que hizo que la gente saliera a la calle".

El albañil Gerardo Martínez, referente entre los opositores a Moyano, señaló en diálogo con radio Mitre: "Podría haber habido motivaciones políticas, pero la realidad es la que manda. Fue un hecho directo. Debemos hacer un diagnóstico y tomar nota. Creo que tenemos una presidenta con la capacidad de hacerlo. Hay que buscar una respuesta ante los distintos problemas".

El textil Jorge Lobais, otro sindicalista alineado a la Casa Rosada, remarcó que la marcha "fue un mensaje, pero habrá que ver en qué termina".

Los mensajes más duros surgieron desde el sindicalismo opositor.

"Se terminó la sumisión. Es un respaldo que le da el pueblo a la Justicia para que juzgue independientemente de las presiones del Gobierno", opinó Gerónimo Venegas, representante de los peones rurales.

Sergio Palazzo, líder de los bancarios, señaló: "La protesta ha sido una expresión del descontento de algunos sectores de la sociedad, que se manifestaron de forma pacífica y correcta. El Gobierno debe hacer una lectura porque evidentemente algunas cosas están mal".

Coincidió con Palazzo el dirigente Carlos Acuña, hombre de peso en la CGT Azul y Blanca, que encabeza el gastronómico Luis Barrionuevo. "Fue una auténtica expresión de la bronca que viene acumulando la sociedad por los errores y desaciertos de la gestión del Gobierno. Los que conducen el país deberán buscar respuesta a las demandas insatisfechas que se reflejaron a lo largo y a lo ancho del país", advirtió Acuña, del gremio de los empleados de las estaciones de servicios.

El moyanista Julio Piumato, a través de la red social Twitter, dijo: "En momentos como los que vive la patria, la soberbia y la arrogancia son las peores consejeras". Y aprovechó la ocasión para volver a la carga por los reclamos sindicales de la CGT.

También por Twitter, Víctor Santa María criticó algunas consignas de la marcha, como una pancarta con la cruz nazi y un cartel que decía: "En Barrio Norte también tenemos hambre". Desde el sector disidente de la Central de Trabajadores Argentina (CTA), Pablo Micheli sostuvo: "Fue multitudinario y congregó a manifestantes de los diferentes estratos sociales".

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