Nota - Economía & Negocios - Pag. 20
La oferta del viaje soñado va más allá de ir en primera clase; pasa por no hacer filas en mostradores ni en migraciones, disfrutar de bares, spas y free shops exclusivos
Las salas VIP privadas de American Express, en Ezeiza, y de MasterCard en Guarulhos, Brasil. No basta con viajar en amplios y cómodos asientos, pedir a la carta y disfrutar de un entretenimiento preferencial a bordo. Un viaje de ensueño empieza antes de subir al avión e incluye cumplir procesos migratorios en salas VIP y comprar en free shops exclusivos.
Ya sea por membresías personales en los aeropuertos, integrando los clubes de pasajeros de las aerolíneas o como beneficio de las tarjetas de crédito, la asistencia personal al viajero es una experiencia cada vez más demandada. "Tenés gente lista para ayudarte no solo con reservas sino con datos del país, si necesitás visa o vacunas", cuenta Federico Gulland, vicepresidente de Productos para la Argentina y Uruguay de MasterCard.
Los beneficios son diversos para los clientes de sus tarjetas Standard, Gold, Platinum y Black, pero este último producto, al que se accede por invitación, cuenta con un servicio de Concierge, que lo asiste antes de su salida y en el arribo, e incluye el paso a salas VIP, trámites en salones aparte y maleteros.
"Los viajeros hacen un circuito usado por diplomáticos y celebrities . Tenés un escáner para ti en el área VIP, terminás en un VIP lounge reservado con amenities y podés elegir si subir antes al avión o cuando todos estén embarcados", dice. Un plan similar tiene Visa para sus socios Signature, en el que destacan el acceso a salas VIP de aeropuertos de todo el mundo, servicio de Asistente Personal Concierge y el servicio Visa Luxury Hotel Collection, un programa que permite el acceso por menor costo a más de 800 hoteles de lujo en el mundo.
American Express, indica Santiago González, director de producto de ICSS, da a sus socios acceso a salas VIP en aeropuertos, asistencia de viajes, programa de puntos y de promociones en hoteles y restaurantes. Pero para sus socios Platinum y Centurion (se accede por invitación) dispone de una agencia de viajes dedicada a atenderlos, red de descuentos en aerolíneas, acceso a hoteles de lujo y a 600 salones VIP. A los Centurion se les ofrece tratos preferenciales en los trámites y experiencias soñadas, como recorrer Italia en una Ferrari.
Aeropuertos Argentina 2000 tiene su Aeropuerto VIP Club, que otorga beneficios adicionales en los aeropuertos de Ezeiza, Córdoba, Bariloche y Aeroparque. La membresía personal cuesta US$ 2600 al año y la conjunta, US$ 4300.
Su tarjeta le da un servicio personalizado, estacionamiento preferencial sin cargo, la opción de hacer los trámites migratorios dentro de las salas VIP, servicio de maletero, acceso a bar y Free Shop exclusivo en Ezeiza. Actualmente las salas están en remodelación y los servicios tendrán cambios.
Las aerolíneas tienen todo un programa de elite para sus socios de primera clase. En LAN los pasajeros cuentan con counter preferente para el check-in y despacho de equipaje y acceso al Admiral Club. A más de ello, Lufthansa y Air France, en sus aeropuertos de Alemania y Francia, ofrecen un asistente que los recibe en el aeropuerto y hace los trámites, y hasta un valet parking. Lufthansa tiene un servicio de limusinas para trasladar al pasajero al avión, que se analiza ofrecerlo nuevamente en Buenos Aires.
Los servicios personalizados de Air France en los aeropuertos París se venden con reserva y se consigue a partir de 200 (1238 pesos), según la disponibilidad. Se puede,incluso, solicitar atención en árabe literario, hindi, portugués o japonés.
