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Los gremios opositores y la Mesa de Enlace no fueron invitados a la reunión en Santa Cruz
Excluidos de la convocatoria presidencial, el sindicalismo opositor y las entidades agropecuarias cuestionaron el alcance que podría tener el denominado "diálogo social" al que llamó Cristina Kirchner, que se reunirá hoy con las principales cámaras empresariales y con dirigentes de las centrales obreras que comulgan con la Casa Rosada.
La CGT que encabeza Hugo Moyano, a través de un comunicado, advirtió que se tratará de "un monólogo" de la Presidenta y menospreció a los invitados, a los que calificó como "actores de reparto".
"Otra vez más se intenta confundir a la sociedad con políticas de maquillaje que nada tienen que ver con un análisis real de la situación que vive nuestro país. Se los invita, en realidad, a un diálogo que rápidamente se convertirá en monólogo, con un libreto que cada día se aleja más de la realidad que viven millones de argentinos", se expresó en uno de los párrafos del comunicado, que lleva las firmas de Moyano y del diputado nacional Omar Plaini.
Para la CGT moyanista, el encuentro de hoy en Río Gallegos servirá para "ocultar el duro revés que sufrió el Gobierno en las urnas y aparentar que se hace algo distinto, para terminar haciendo lo mismo". Pese a no haber sido convocada, la central con base en Azopardo 802 enumeró una serie de reclamos: modificación del sistema tributario, dejando de lado el impuesto a las ganancias y el IVA de los productos de la canasta básica; eliminar los topes de las asignaciones familiares; pago de los juicios a los jubilados; terminar con la precarización laboral; revisar la ley de administradoras de riesgos de trabajo; declarar la emergencia habitacional y elaborar un plan nacional de construcción de viviendas para trabajadores; elaborar un plan nacional de seguridad, y reconocer la inflación como un problema central del país.
Desde la CTA disidente que encabeza Pablo Micheli también hubo cuestionamientos. "El Gobierno hace oídos sordos a todo. Solamente se reúne con aquellos que no hacen propuestas y que comparten su política. Es como una reunión de amigos en la que no se discute absolutamente nada. Se siguen equivocando", dijo a LA NACION Ricardo Peidro, el número dos en el escalafón jerárquico de la central.
Peidro criticó el hermetismo con que la Casa Rosada manejó la convocatoria, y señaló: "Los dirigentes suelen ir a los actos oficiales sin saber qué es lo que se va a anunciar. Así, después se encuentran con cada chasco, como cuando la Presidenta calificó de vagos a los docentes".
Las entidades agropecuarias que anidan bajo la denominada Mesa de Enlace también cuestionaron la política oficial de ser excluidos del debate y dijeron sentirse "proscriptas" por el kirchnerismo.
"La Argentina necesita un diálogo social amplio en el que se traten los temas que le preocupan a la ciudadanía y que requieren una urgente solución. Para esto, resulta imprescindible convocar a todos los sectores de la economía y la política, sin proscripciones ni exclusiones", comunicó la Mesa de Enlace, que agrupa a la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales, Federación Agraria y Coninagro. Sin embargo, estas cuatro entidades se ausentaron el mes pasado del Consejo del Salario, una mesa de negociación tripartita en la que participan empresarios, sindicatos y el Gobierno.
"Mientras la Presidenta convoca a quienes considera «los dueños de la pelota», excluye y proscribe al sector más dinámico de la economía. Lamentablemente, elige darnos la espalda y descalificarnos sistemáticamente. Pedimos que escuche a todos los sectores antes de que la crisis económica y social se torne más difícil", sugirió la Mesa de Enlace en un comunicado.
