Nota - El País - Pag. 10
Lo dijo el canciller de ese país ante la prensa y junto a Timerman. Este aseguró que la aerolínea no se va a ir
SANTIAGO DE CHILE.
ENVIADO ESPECIAL
Guido Braslavsky
gbraskavsky@clarin.com
Bilateral. Los cancilleres Moreno y Timerman, ayer en Chile en una reunión programada antes de la crisis. /REUTERS
El conflicto entre el Gobierno argentino y LAN escaló ayer a nivel de cancilleres y se coló indefectiblemente en una muy concurrida reunión binacional que estaba programada desde hacia meses. El canciller Héctor Timerman llegó a esta ciudad sabiendo que su par chileno, Alfredo Moreno, le iba a transmitir la "preocupación" de su gobierno por la situación de LAN, de capitales chilenos y que tuvo entre sus dueños nada menos que al actual presidente, Sebastián Piñera. La dureza que baja de la Casa Rosada quedó expuesta por Timerman, quien al parecer se centró en minimizar daños y evitar que la agenda bilateral se "lanice". "Las relaciones no pueden atarse a una empresa, son tan grandes que no entran ni deben entrar nunca en un hangar -definió-. No hay ningún tema unilateral que pueda afectar el trabajo entre los dos países", dijo mientras estimó que la LAN no se iba a ir de Argentina.
En privado, Timerman habría reconocido ante Moreno que no tiene injerencia alguna en una cuestión que maneja la Casa Rosada. "La Presidenta es la que tiene todo en sus manos", se sinceró. Ya en público, insistió en que no se trata de un problema entre países sino "entre una empresa y un organismo de aplicación", como si el ORSNA, que intimó el desalojo del hangar de LAN en Aeroparque, manejado por La Cámpora, se moviera por criterios puramente técnicos y no obedeciera verticalmente órdenes de la Casa Rosada.
En rueda de prensa, Clarín le preguntó al canciller Moreno si estaba satisfecho con la respuesta de Timerman. "Yo creo que está satisfecho", se apuró en contestar Timerman en tono jocoso. Moreno, siempre componedor, expresó que "sin duda que tenemos una dificultad. Lo importante es cómo se va resolviendo". Habló de diálogo con las "autoridades correspondientes" y buscó correr a su gobierno del centro del conflicto, al decir que "nuestra labor es abrir puertas".
El tema LAN tomó vuelo en esta cita de la que participaron más de setenta ministros, secretarios de Estado, gobernadores y altos funcionarios de ambos países. El canciller Moreno planteó la dificultad de entrada al abrir la reunión en mesa que presidió con Timerman al decir que existían "diferencias" entre Argentina y Chile, en alusión a LAN. También sutilmente, el ministro del Interior y jefe de Gabinete de Piñera, Andrés Chadwick, instó a dar seguridad a las empresas. "Fortalezcamos la acción de nuestros emprendedores en cada uno de nuestros países, dándoles seguridades, acogida", sostuvo.
El ministro también anunció con bombos y platillos que había sido detenido para ser extraditado el ex camarista mendocino Otilio Romano, prófugo en causas por delitos de lesa humanidad.
En el contacto con la prensa, Timerman culpó a "los medios" que "llevaron el tema a un nivel que no amerita el conflicto". Se molestó con un periodista chileno por repreguntar sobre si con el tema de LAN se ponían en cuestión las inversiones y si involucraba también al gobierno de Brasil ya que Latam, controladora de LAN Argentina, tiene capitales brasileños (afectación que el canciller descartó).
"¡Tratamos 60 temas, hubo 14 acuerdos, es el que más le interesa a usted!, se quejó. Y desmintió que hubiera "mal clima" con sus pares chilenos. Lo notable es cómo pueden variar las impresiones.
Para este enviado habituado al clima de crispación y confrontación naturalizados en la Argentina y salvando actitudes propias del estilo Timerman, las cosas habían transcurrido bastante amablemente. En cambio, media docena de periodistas chilenos evaluaban en ronda que el encuentro de Moreno y Timerman fue el más "frío" y "enemistoso" que recordaran de visitas de cancilleres y presidentes en los últimos diez años.
Bilateral. Los cancilleres Moreno y Timerman, ayer en Chile en una reunión programada antes de la crisis. /REUTERS
