JORGE MOLINA
Trabajadores de Aerolíneas Argentinas y Austral: Quiero acercarme una vez más a los que, todos los días ponen al hombro a la compañía para brindar el mejor servicio posible.
Se por lo que están pasando, que se sienten desplazados de las pequeñas o grandes decisiones, que no son consultados, que son menospreciados y hasta perseguidos.
Nunca en la historia de nuestra empresa, se ha vivido un desprecio tan grande a la profesionalidad de los empleados en todas las áreas. Personajes sin ninguna capacidad, ni experiencia, han tomado el control de la empresa aérea. No han mostrado ninguna aptitud ni aportado ninguna idea: sólo son militantes, sin historia, pero con buenos sueldos.
El mismo grupo que se hizo con el control del ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos), la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y cientos de importantes puestos en la Administración Pública o en las empresas del estado o confiscadas.
Dicen ser jóvenes (aunque algunos ya no tanto) que no escuchan, soberbios y arrogantes desde su ignorancia, que con absoluto desconocimiento de la actividad aerocomercial- han convertido a históricas empresas como Aerolíneas Argentinas y Austral en bolsas de trabajo y centros de adoctrinamiento del relato.
Para mostrar su autoritarismo, se reivindican como funcionarios públicos, pero a la hora de las ventajas y prebendas, se consideran ejecutivos de alguna multinacional exitosa.
Por eso los argentinos nos preguntamos cuánto nos cuestan estos individuos en sueldos, viáticos, gastos de representación, equipos electrónicos de última generación, automóviles, almuerzos, cenas y hoteles.
¿Por qué no nos explican los US$ 2 millones que pierden por día? ¿Por qué no han sido capaces en 5 años de presentar un elemental cuadro de resultados? ¿Por qué no explican qué pasó con el Plan de Negocios que ya debería estar dandolas ganancias que explicaron en el Congreso de la Nacion? Creo que es hora de que no nos dejemos mentir más, ni los argentinos ni los compañeros de Aerolíneas y de Austral que ven cómo la cabina de mando ha sido copada por ineptos que arriesgan el futuro de nuestra empresa y de las fuentes de trabajo directas e indirectas con improvisación e ignorancia.
Mientras tanto, los que saben son jubilados de prepo, separados de sus cargos y funciones, ninguneados y menospreciados. Conocer o pensar distinto se ha convertido en algo peligroso.
Los trabajadores que en su momento, salieron a la calle con el slogan Salvemos Aerolíneas conmovieron al país, conocen esta situación y saben que hoy también hay que Salvar a Aerolíneas de estos tipos.
En los peores momentos, fui la cara de la empresa. Todos saben que trabajé en la compañía para hacer una Aerolíneas cada día mejor. Como un trabajador más, y me siento orgullo depertenecer al mundo del transporte aéreo.
Volvamos a recuperar a Aerolíneas.
Que sea esencial la idoneidad, la aptitud profesional, la capacitación y la vocación de servicio independientemente de lo que piense cada uno.
Recuperemos el orgullo y la dignidad.
Trabajemos juntos para una Argentina donde pensar distinto, no sea un delito Jorge Molina DNI 14.093.559
