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EL EX LÍDER EMPRESARIAL ESPAÑOL ESTÁ TAMBIÉN ACUSADO DE VACIAR LA EMPRESA MARSANS
En prisión desde hace un año, el hombre que supo ser modelo de emprendedor para los opinadores vernáculos se hunde en juicios por "pertenencia a una organización criminal".
Madrid Efe y dpa
La situación procesal del empresario español Gerardo Díaz Ferrán es cada vez peor.
En la misma jornada en que la causa por presunto fraude fiscal en la compra de Aerolíneas Argentinas quedaba lista para sentencia, la justicia española lo acusó por el vaciamiento de su antigua empresa turística Marsans.
Por el delito de fraude la fiscalía pide dos años y cuatro meses de cárcel para Díaz Ferrán, quien no habría declarado los beneficios obtenidos con la compra de Aerolíneas Argentinas por parte de Air Comet, una compañía que formaba parte de Marsans y que fue presidida por su socio Antonio Mata.
Ambos empresarios están acusados por eludir, mediante una "conducta de ocultación", el pago de 99 millones de euros a la Hacienda española tras la compra de la ahora nuevamente estatal Aerolíneas Argentinas.
"No quiero decir nada más, muchas gracias", dijo el ex presidente de la influyente gremial Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) cuando le dieron oportunidad de su último descargo. Mata –quien en Argentina fue el último propietario del desaparecido diario Crítica, fundado por Jorge Lanata– se declaró, por su parte, "absolutamente inocente".
Las defensas de los acusados pidieron la libre absolución al considerar que la acusación va "en contra de la fuerza de la razón", ya que se basa en las pericias de un subinspector de Hacienda realizadas "apresuradamente en quince días". Los abogados añadieron que "el gobierno argentino expropió a una empresa reflotada en 2008 sin compensación, provocando el hundimiento de Marsans". La causa, sin embargo, se remonta a cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vendió el 92% de las acciones en Interinvest (la propietaria del 92,1% de Aerolíneas) a Air Comet, entonces presidida por Mata, por un dólar a cambio de 300 millones de dólares para satisfacer pagos a los acreedores de la sociedad.
Según la fiscalía, el contrato de venta fue suscrito por Díaz Ferrán en nombre de Transportes de Cercanías; por el fallecido Gonzalo Pascual, en representación de la firma Segetur; por Mata, en nombre de Air Comet, y por la SEPI. Air Comet no utilizó ese dinero para pagar a los acreedores, sino para fondearse en el proceso de suspensión de pagos, con lo que luego recuperar el 40% de lo invertido gracias al convenio de Aerolíneas, según los documentos. Al no haber declarado los beneficios por la compra de línea de bandera argentina, el fiscal pide que los acusados respondan subsidiariamente en el impago de los 99 millones de euros de indemnización.
El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, dio el primer paso para volver a sentar en el banquillo a Díaz Ferrán, de 70 años, por el vaciamiento patrimonial del grupo Marsans. Cuando la compañía fue declarada en quiebra, dejó sin pagar unos 400 millones de euros a acreedores, clientes y empleados, Díaz Ferrán era su presidente y está acusado de pertenencia a una organización criminal, insolvencia punible y blanqueo de capitales. Este jueves, el empresario cumplirá su primer año en prisión preventiva a raíz de esas acusaciones.
Según la investigación, Díaz Ferrán vació Marsans cuando la empresa registró dificultades financieras a partir de 2009 y se precipitó a un "inevitable" concurso de acreedores. Para ello, se contactó con Ángel De Cabo, quien se dedicaba a disminuir el patrimonio de empresas en quiebra. Ambos cerraron un acuerdo por el que tanto Díaz Ferrán como su socio Gonzalo Pascual Arias, ya fallecido, recibirían mensualmente 100 mil euros hasta alcanzar los ocho millones, extraídos de los activos de las sociedades de Marsans.
Así habría logrado cobrar más de un millón de euros.
El fiscal demostró que Díaz Ferrán hizo una operación para usar dinero público de la venta de Aerolíneas para fines fraudulentos.
