Nota - El País - Pag. 25
En reclamo por Ganancias; se sumó la CTA de Micheli
El sindicato de Camioneros que conduce Hugo Moyano anunció ayer un paro nacional de 24 horas para este lunes, en rechazo de la aplicación del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores, que termina por apropiarse de parte de los ingresos de miles de asalariados y que "se comió todo el aguinaldo", según denunciaron.
El paro fue confirmado en conferencia de prensa por el jefe de la CGT opositora. Unas horas después la CTA de Pablo Micheli manifestó su "solidaridad" con la medida y se sumó a la movilización que los camioneros convocaron a la Plaza de Mayo.
"La Presidenta dice que no va a aceptar extorsiones (de los gremialistas). Nosotros le decimos que los camioneros no vamos a aceptar más que se roben el salario de los trabajadores", fustigó Moyano quien, metido también de lleno en la pelea política, cerró para estas elecciones legislativas un acuerdo con el peronismo opositor que encabeza Francisco de Narváez.
La medida de fuerza de los camioneros afectará el normal abastecimiento de alimentos en los supermercados de todo el país; la distribución de combustible; la recolección de residuos domiciliarios (la rama de recolección ya hizo anteayer un paro que afectó parte de la Capital y municipios del conurbano); el clearing bancario; y la llegada de hacienda del mercado de Liniers, entre otros sectores.
Moyano justificó el paro al asegurar que es "una tremenda injusticia" y un "disparate" cobrarle Ganancias a los asalariados.
Por su parte, la CTA señaló que el impuesto a las Ganancias "es la vedette de la recaudación tributaria del gobierno kirchnerista. Cada vez más trabajadores ingresan en ese régimen producto de la inflación y los consecuentes aumentos salariales", advirtió.
Excluir el medio aguinaldo del pago de Ganancias fue un pedido que hizo al Gobierno la CGT oficialista que lidera Antonio Caló, pero no obtuvo ninguna respuesta.
Unos dos millones de trabajadores y jubilados tributan Ganancias.
La cifra varía a causa de la inflación y de los aumentos salariales, y porque el Gobierno deliberadamente no sube acorde con la inflación el piso a partir del cual se paga el impuesto, para meter cada vez más trabajadores "en la bolsa" del pago.
A principios de año la Presidenta anunció un aumento del 20% al mínimo no imponible. Lo presentó como "un sacrificio" para el fisco pero la suba fue considerada insuficiente por los gremios opositores, ya que alertaron que iba a licuarse cuando se empezaran a cobrar los aumentos de paritarias. Además, rigió desde marzo y no para todo el año, como siempre se hizo con este impuesto anualizado. La Presidenta lo justificó asegurando que "solamente" el 17,4 % de los trabajadores paga Ganancias. El mínimo a partir del cual se tributa es de $11.563 para los trabajadores casados con dos hijos.
