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03/06/2013 Clarin.com

Nota

Dilema sindical: liberación o dependencia K

Por Ricardo Carpena

La alternativa de la hora es liberación o dependencia, y nosotros vamos a optar por la dependencia", dijo el dirigente peronista Deolindo Felipe Bittel en la campaña electoral de 1983, en uno de los lapsus políticos más recordados de la historia.

En este 2013, ¿cuál será la alternativa de la hora del sindicalismo peronista? ¿Seguirá reclamando la liberación del hermético dominio de Cristina, pero, como involuntario discípulo de Bittel, terminará siendo dependiente de la dinámica que plantea el kirchnerismo?

Gremialistas K y anti-K se juegan a tratar de que no los traicione el inconciente (o los inconcientes) ante la decisiva pelea electoral que se viene y a evitar un acto fallido que les quite más poder del que están perdiendo. El dilema de fondo es: ¿apostar por una alternativa que priorice lo político antes que lo sindical?

¿O exactamente al revés?

No son opciones excluyentes, pero la realidad está indicando que a Hugo Moyano y Pablo Micheli, por ejemplo, les cuesta encontrar una síntesis. Saben que si Cristina gana con amplitud en las elecciones, el kirchnerismo arrasará también con ellos. Por eso el camionero se lanzó con su partido político propio, que, ante el riesgo de terminar con el 2% de votos que obtuvo Saúl Ubaldini en su debut electoral de 1991, tiene como objetivo aliarse a sectores opositores de lo más diversos para sumar votos.

Al mismo tiempo, la CGT Azopardo casi ni se reúne y elude propuestas como las de Micheli a declarar un paro nacional. Moyano cree que sería difícil hoy lograr un alto acatamiento a una huelga y, de todas formas, tampoco movería la aguja del amperímetro de Cristina. La solución, interpreta el líder cegetista, es de tipo político y no sindical: hay que zamarrear al kirchnerismo en las urnas. Claro que no es tan simple.

Su armado político con José Manuel de la Sota y Roberto Lavagna avanza, pero en un distrito clave como la provincia de Buenos Aires lo obliga a abrazarse con Francisco de Narváez, cuyo perfil de empresario millonario de centroderecha, más una posible alianza con el partido de Mauricio Macri, provoca urticaria en la piel de algunos miembros de la CGT Azopardo.

Para colmo, desconfía de los movimientos desconcertantes de Sergio Massa, pero sabe que deberá mirarlo con cariño si el intendente de Tigre lanza por fin su candidatura a diputado: dos sondeos de importantes encuestadoras lo dan primero en el distrito bonaerense, con un 40% de intención de voto, contra poco más de un 20% de Alicia Kirchner y apenas un 9% de De Narváez.

Un problema inesperado surgió en Santa Fe, en donde ayer se presentaron las alianzas para las internas abiertas y simultáneas: se rompió el frente acordado entre los moyanistas y los seguidores de Gerónimo Venegas, lo que pone en riesgo la candidatura del dirigente ruralista Eduardo Buzzi, que había sido consensuada por ambos sectores sindicales.

En medio de un cuadro político adverso para los K, que puede alterarse tras la jugada cristinista de designar como ministro a Agustín Rossi para sacarlo de una pelea electoral que daba por perdida, el titular de la Federación Agraria tomaría una decisión luego de saber si, ante la fractura de sus aliados gremiales, cuenta con apoyos importantes para su postulación: por eso mañana se reunirá con Massa y con Lavagna.

Mientras, Moyano apunta a tratar de crecer en el plano sindical y ahora intentará quedarse con dos sindicatos que tendrán elecciones dentro de un mes: el de aeronavegantes y el de los lecheros.

En el primer caso, Juan Pablo Brey, delegado de Aerolíneas y alineado con Facundo Moyano, será el único competidor del oficialismo K, que presentará como candidata a Silvia Versaggi luego de que Ricardo Frecia, el actual titular del gremio, renunciara a la reelección tras perder asambleas en manos de la oposición.

Por otra parte, se prevé una fuerte pelea en el sindicato lechero: el kirchnerista Héctor Ponce quiere ser reelegido y la lista opositora está liderada por la fórmula Domingo Vilches-Cristian Oliva, apadrinada por Facundo Moyano, aunque aún no fue oficializada y presentó una medida cautelar contra un estatuto "proscriptivo".

Hay otras duras peleas del moyanismo, como las que entabla contra el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para que le otorgue la inscripción al Sindicato de Personal Jerárquico de Comercio y a Unión Informática. Es un simple trámite administrativo que otorga sólo la personería jurídica, pero el ministro se resiste y desoye fallos judiciales para que lo haga: en ambos casos, la resistencia oficial beneficia al kirchnerista Sindicato de Comercio, que disputa con esos dos gremios el encuadramiento de sus afiliados. El jueves próximo, los jerárquicos mercantiles se movilizarán ante la cartera laboral y amenazan con instalarse en carpas hasta que Tomada los atienda.

El que se bajó de su posible candidatura a diputado nacional es Pablo Micheli. Poco convencido de dejar la CTA opositora, y mucho menos de las alianzas del FAP en la provincia de Buenos Aires, en cuya nómina tenía reservado el tercer lugar, luego de Margarita Stolbizer y Dante Caputo, Micheli le dijo que no a Unidad Popular, de Víctor De Gennaro, que ahora le ofrecería la postulación a Marta Maffei o Graciela Iturraspe. Y, a su vez, los que quieren subir candidatos a las listas K son los dirigentes de la CGT oficialista: de manera extraoficial ofrecieron las candidaturas de Oscar Romero, de Smata, y de Víctor Santa María, de Suterh, pero la respuesta del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue muy obvia: "La única que decide es Cristina".

La indiferencia oficial sigue haciendo estragos en esta central obrera. En la última reunión de la "mesa chica", el martes pasado, en UPCN, los más oficialistas y los "Gordos", que profesan un kirchnerismo crítico, se enfrentaron ásperamente: luego de que uno de los "Gordos" propuso hacer un paro para que la Casa Rosada les devuelva los $ 15.000 millones del Fondo de Redistribución de las obras sociales, los ultra-K replicaron con otra obviedad: "Ese método no sirve con este gobierno".


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