Nota
ASÍ NOS VEN AFUERA
por DOUGLAS FARAH WASHINGTON DC ( Foreign Policy ). La mayoría de las Camporistas afilaban sus dientes políticos en la militancia política universitaria radical en la década de los 2000 cuando en el año 2001 el país dejó de pagar unos $ 100.000 millones en deuda soberana y cayó en el caos.
Ahora ofrecen una mezcla de marxismo, fascismo, y políticas utópicas que ha llevado a la caída libre de la Argentina en lugar de su renacimiento.
El grupo, con el apoyo de Máximo (Kirchner) y el oído de la Presidente, se hizo cargo de muchas de las 'cajas' más importantes del gobierno, incluyendo la línea aérea nacional, Aerolíneas Argentinas, que, desde que fue re-nacionalizadas, pierde US$ 2 millones al día y funciona prácticamente sin rendición de cuentas ni supervisión alguna, de acuerdo con las auditorías de líneas aéreas y diversos reportes.
El mentor de (Cecilia) Nahón (embajadora argentina en USA) y co-autor de numerosas publicaciones académicas, Axel Kicillof, fue el director financiero de la compañía aérea, que implosionó, y es el artífice de la expropiación de 2012 de la empresa española YPF, cuya producción de petróleo ha disminuido considerablemente desde la toma de posesión. Kicillof, ahora ministro adjunto de Economía, y Nahón, también ayudaron a diseñar la "nacionalización" de los miles de millones de dólares en fondos privados de pensiones, ahora también bajo el control de camporistas.
Es esta indiferencia cotidiana hacia el imperio de la ley y las reglas de la economía el fundamento de la decisión de abrir el sector financiero a miles de millones de dólares en dinero sospechoso tan alarmante.
A principios de este año, antes de que se propusiera la ley, el Departamento de Estado ya había expresado su preocupación de que "el blanqueo de dinero relacionado con el narcotráfico, la corrupción, el contrabando y la evasión fiscal se produce en todo el sistema financiero" (argentino). Altos funcionarios del gobierno de Fernández de Kirchner están actualmente involucrados en un turbulento escándalo de lavado de dinero, ampliamente reportado en la que el marido fallecido y antecesor en la Presidencia (Néstor Kirchner), fue presuntamente implicados.
El presidente de la Auditoría General de la Nación (eandro Despouy) le pidió al Senado no aprobar la ley "debido a la apertura que supone la posibilidad de lavado de dinero", dijo, y calificó la medida como una gran invitación para los grupos criminales que tienen su dinero "legitimado a través de empresas ficticias. " Pero con las elecciones legislativas vitales que ocurrán en octubre -y en riesgo el proyecto, tal como la llaman los Camporistas, "plan a largo plazo de la dominación política (su lema es: "Vamos a ir por todo")- es poco probable que el gobierno de Fernández de Kirchner modifique su curso.
Con su popularidad deslizándose hacia abajo, escándalos de corrupción a fuego lento, y el aumento de la inflación, es probable que siga invirtiendo dinero en fallidas políticas para evitar el colapso hasta después de esa votación.
Fernández de Kirchner ha decidido actuar al margen del Estado de Derecho y las normas internacionales de rendición de cuentas y la transparencia. Es hora de que Estados Unidos y otros comiencen a tratar a su gobierno como un Estado canalla.
Este no es, por supuesto, el plan oficial. Pero el movimiento de este mes (por mayo) es el más reciente de una serie de pasos que parecen más arraigados en el pensamiento mágico que en la realidad económica, que han llevado a la Argentina cada vez más cerca de la ruina financiera y una situación de paria internacional.
La amnistía patrocinada por el gobierno para permitir que cualquier cantidad de dólares, desde cualquier parte del mundo, encuentre un hogar en la Argentina, sin hacer preguntas, se convirtió en ley el miércoles 29/05.
La justificación consiste en la necesidad de fortalecer la paridad cambiaria porque la política económica vigente quiere administrar la cotización del 'blue' o dólar de mercado negro a $ 10 cuando la paridad oficial ronda los $ 5.
En los meses recientes, el gobierno de Fernández de Kirchner ha impuesto políticas de importación y exportación que han provoado el caos, la escasez de divisas, la fuga masiva de capitales, y un 20% de caída en las reservas internacionales.
La Presidente ha incrementado sus ataques contra los medios de comunicación independientes, mientras que el gasto de cientos de millones de dólares del gobierno en propaganda para apuntalar medios de comunicación oficiales, mientras se mueve agresivamente para neutralizar la independencia del Poder Judicial que ha bloqueado sistemáticamente sus peores impulsos de proyectos de ley.
En sus relaciones exteriores, la Argentina, a través de expropiaciones y del desprecio por el Derecho Internacional, se distancia de aliados tradicionales como Brasil, España y USA -mientras crece cada vez más cerca de Irán, considerado por USA un Estado patrocinador del terrorismo aliado de Venezuela y Cuba.
La Argentina se ha convertido en una estación de paso importante para la cocaína de Bolivia y Perú hacia África occidental, escala hacia Europa, mientras que la retórica antiestadounidense resulta cada vez más estridente. El Fondo Monetario Internacional ha amenazado con suspender a la Argentina por falsificar los datos económicos con el fin de ocultar su inminente colapso.
Los artífices de esas políticas no ortodoxas son un grupo de jóvenes mesiánicos -asesores presidenciales y funcionarios gubernamentales- conocido como La Cámpora, que creen que son la vanguardia de un proceso generacional transformador que ayudará a la Argentina a recuperar su legítimo lugar como líder mundial. Su líder es Máximo Kirchner, el hijo del Presidente (fallecido). Uno de los líderes del camporismo es Cecilia Nahón, nombrada embajador en USA a finales del año pasado.
Resultado una decisión política, los camporistas no hablan con los medios de comunicación independientes, eligiendo utilizar a los medios sociales y convencionales controlados por el gobierno para difundir su mensaje y atacar a sus enemigos. Ningún funcionario gubernamental, incluyendo a miembros del Congreso, respondieron a las solicitudes para este artículo.
Los camporistas toman su nombre de Héctor José Cámpora, un aliado incondicional del fallecido dictador Juan Domingo Perón y de la izquierda radical armada del movimiento peronista que se convirtió en la guerrilla Montoneros. Cámpora fue Presidente durante 49 días en 1973, justo el tiempo suficiente para firmar una amnistía que permitiera a Perón, que entonces vivía en el exilio, volviese y compitiera para Presidente.
