Política
Renovación ministerial / Los efectos de los relevos
En momentos en que la Justicia lo investiga por su responsabilidad en el fracaso de la campaña antártica , con denuncias que implican a su hijo y a su sobrino, la Presidenta dispuso el relevo del ministro de Defensa, Arturo Puricelli , y su pase al área de Seguridad. Seguirá el camino de su antecesora y adversaria interna en el gabinete, Nilda Garré, que en diciembre de 2010 dejó de conducir las Fuerzas Armadas para pasar a dirigir a los efectivos policiales.
En 27 meses de gestión, el ministro que en enero había admitido que no sabía nada de barcos atravesó varios escándalos que lo pusieron en el ojo de la tormenta: el embargo de la Fragata Libertad en Ghana -al regresar los marinos se declaró responsable de la elección del itinerario-, la rotura de la corbeta Espora en Sudáfrica, el hundimiento del destructor Santísima Trinidad en la Base Naval de Puerto Belgrano y el fracaso de la campaña antártica , cuando contrató para abastecer a las bases argentinas un buque que no podía navegar entre hielos.
Si bien el estallido de cada escándalo lo colocó a las puertas de un alejamiento varias veces anticipado, su relevo sorprendió ayer en las unidades castrenses. Por la mañana, analizó con el jefe de la Armada, almirante Daniel Martin, varios programas en ejecución y nada hacía prever que la jornada iba a terminar con su reemplazo por Agustín Rossi. Anteayer, celebró el Día del Ejército en el Colegio Militar, donde declaró el "reencuentro definitivo" entre las Fuerzas Armadas y la sociedad. Según fuentes castrenses, sin embargo, puertas adentro la convivencia no era la mejor.
Desde diciembre tenía pendiente Puricelli la designación de nuevos mandos en cada fuerza y los destinos de los oficiales ascendidos. Las desinteligencias con Garré se prolongaron en su relación con el subjefe del Ejército, general César Milani. En medios navales, incluso, atribuían al área de Inteligencia del Ejército, que retiene el propio Milani, la filtración de los primeros escándalos de la campaña a las bases antárticas, para la que se pagaron por anticipado US$ 15,8 millones y que no pudo abastecer del combustible necesario a la Base Marambio.
En el Ejército minimizaban ayer el recambio ministerial y señalaban que no debían esperarse cambios en la dirección política del área. No descartaban, sin embargo, que se aceleraran los nombramientos pendientes. "No sorprenderían cambios en las cúpulas de las fuerzas", anticipó una fuente militar.
Nacido en Santa Cruz el 8 de octubre de 1947 -el día del cumpleaños de Perón-, Puricelli se graduó de abogado en 1973 en la Universidad del Litoral y ese año se afilió al peronismo. Con el retorno de la democracia, enfrentó a Néstor Kirchner en la interna justicialista y fue gobernador de Santa Cruz entre 1983 y 1987. En la etapa menemista presidió el directorio de Encotesa y fue vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos. Tras un fugaz paso con Eduardo Duhalde como subsecretario de Provincias en el Ministerio del Interior, Kirchner lo designó en 2006 interventor en Fabricaciones Militares, hasta que Cristina Kirchner lo nombró ministro de Defensa.
En el área de Seguridad, al margen de las demandas de la población por el avance de la delincuencia, lo encontrarán las demandas salariales de la Gendarmería y la Prefectura, un tema que también dejó irresuelto en las filas militares.
