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Protesta
El líder camionero no se sumó al paro convocado por Micheli para el 20 de este mes; evitan hablar de ruptura
Por Nicolás Balinotti
| LA NACION
Se rompió el pragmatismo gremial que los había empujado a unificar sus reclamos y a llevar las protestas a las calles. La alianza que anudaron la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli quedó virtualmente despedazada, a partir de las diferencias que surgieron entre ambos sectores tras las elecciones legislativas.
En el despacho de Eduardo Buzzi, en la sede porteña de la Federación Agraria, debían encontrarse hoy el anfitrión, Moyano y Micheli. Hasta se especulaba con que asistiría Luis Barrionuevo, de la CGT Azul y Blanca. La cúpula del sindicalismo opositor planeaba activar la organización de una protesta salarial para el miércoles 20 de este mes, en conmemoración del aniversario del primer paro nacional realizado contra la Casa Rosada.
Finalmente, y tras un fuerte cruce retórico entre cegetistas y ceteístas, la movilización del 20 será exclusiva de la CTA y de su puñado de aliados, entre los que se destacan los estatales de ATE, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y agrupaciones afines a la izquierda.
Fue Moyano el que minó el pacto sindical. Sin el respaldo unánime dentro de su CGT, se terminó de convencer de que no debía movilizar tras la cumbre que tuvo anteayer con Sergio Massa. El intendente de Tigre lo persuadió de bajar la conflictividad. "Hugo, la gente expresó su malestar en las urnas hace muy poco", lo aconsejó, cuando lo visitó en la sede del sindicato de los camioneros.
Momentos para la protesta
A tono con Massa, el líder de la CGT opositora bajó ese mensaje y sus voceros repitieron que no era el momento indicado para organizar una protesta. "No hay ánimo para movilizar, pero somos solidarios con el reclamo de la CTA", dijo Omar Plaini. El diputado nacional y líder de los canillitas se esforzó para no dar por muerta la alianza sindical e informó que el 28 del actual las dos centrales organizarán en conjunto una jornada sobre pobreza, en la que también participará la Universidad Católica Argentina. Dos días antes de este encuentro, Micheli será sometido a un trasplante de riñón, por lo que su presencia ya está prácticamente descartada.
Moyano jamás estuvo del todo convencido de volver a movilizarse con la CTA. Puertas adentro, dicen que se fastidió cuando Micheli hizo público el deseo de conmemorar el paro de 2012 con otra protesta. "Tomó nuestra agenda de reclamos y reivindicaciones y ahora quiere que seamos nosotros los que los sigamos a ellos", dijo ayer un moyanista de pura cepa. Otro dirigente pidió mesura: "No pasó un mes de las elecciones y ni siquiera sabemos cómo está de salud la Presidenta. Consideramos que no es lo ideal para movilizar o hacer un paro".
Una de las banderas que levantará Micheli será la exigencia de un bono de 2000 pesos como resarcimiento por la inflación. De manera autónoma, la mayoría de los gremios de la CGT ya activó un pedido similar. Y Hugo y Facundo Moyano no se quedaron atrás: el gremio de los camioneros definirá la semana próxima el monto por reclamar y el de peajes ya se garantizó el pago de un plus de $ 3500.
Rotos los puentes con la CTA, en el moyanismo se entusiasmaron con intensificar los contactos con la CGT oficialista, que se reunirá hoy en medio de una crisis interna por fugas y realineamientos políticos.
Fue el propio Antonio Caló, jefe de la central afín al Gobierno, el que con su resbalón retórico facilitó los acercamientos, al reconocer que los gremialistas "son pendulares" con el poder político porque "un día están con uno y otro día, con otro".
