Uno de los principales cuellos de botella que enfrenta la economía argentina es la fuerte caída de las reservas del Banco Central como consecuencia del drenaje de divisas que provocan la importación de energía y el turismo de argentinos en el exterior. Este tema ocupa el primer lugar en la agenda de asuntos pendientes que deberá atender Cristina Kirchner apenas retome su actividad oficial.
La urgencia por encontrar una solución a la sangría de dólares, se intensificó en los últimos días cuando se conocieron las cifras sobre caída de reservas: unos US$ 3.000 millones entre septiembre y octubre. En este contexto, circularon versiones que sostienen que hay funcionarios que tienen recetas propias para proponerle a la Presidenta apenas los reciba. Por caso, el viceministro Axel Kicillof quien volvería a la carga con su proyecto de desdoblar el mercado cambiario, aplicando un dólar especial para el turismo que cotizaría muy cerca del valor del paralelo, que la semana pasada cerró a $ 9,83.
Otro interesado en el tema es el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien reclama soluciones que no impliquen elevar la retención a cuenta de Ganancias, actualmente de 20% de los gastos en divisas.
Lo que aún está por verse es si Cristina tiene ganas de involucrarse ya en un tema tan sensible y que implica riesgos cualquiera sea el camino que se adopte.
