Política
Mientras la Auditoría General de la Nación (AGN) prefiere no opinar sobre los estados contables de la línea aérea, el Estado ya desembolsó más de 15 mil millones de pesos para mantener a la empresa deficitaria
Sin presente y sin futuro. Así de preocupante asoma el panorama para Aerolíneas Argentinas, una empresa que fue seudo estatizada en 2008 y que, hasta la fecha, sigue siendo una caja negra de la política.
En este sentido, si la gravedad de esta situación se extiende por estos días es por obra y gracia de las discutidas políticas del Gobierno en una empresa que hoy es un esperpento nacional, lejos del esplendor de lo que alguna vez fue una de las líneas aéreas de bandera más importantes del continente.
Ubicando a personajes discutidos en el manejo empresarial de la línea aérea, como el camporista Mariano Recalde, el kirchnerismo creía que podía llevar a Aerolíneas Argentinas a un futuro promisorio. Pero nada de eso sucedió: de acuerdo a un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), las asistencias acumuladas del Estado Nacional, hasta el 30 de junio de 2013 ascienden a $ 15.454.612.274, cifras más que alarmantes y que vuelven a poner en relieve el despilfarro K en el uso de fondos.
Sin embargo, esto sería apenas la punta de un ovillo demasiado intrincado. Fue justamente la propia AGN la que se abstuvo de opinar sobre los estados contables de Aerolíneas Argentinas luego de verificar, entre otras cuestiones, la inexistencia de controles suficientes destinados a minimizar los riesgos derivados de la descentralización administrativa con la que opera la Sociedad.
Claro está que no se trata de la primera vez que los registros contables de la aerolínea de bandera nacional no son auditados. De hecho, la AGN no logró sentar posición con respecto a los números correspondientes al ejercicio 2010, ni tampoco con los balances de 2008 y 2009. Lo cierto es que la complicada realidad que atraviesa Aerolíneas Argentinas ya es palpable y va más allá de los números, con una flota que parece estar estancada en el tiempo (actualmente ostenta 11, 7 años de promedio) y la constante falta de inversión genuina pese a la millonarias sumas que el Estado gasta en la compañía sin discreción.
Deficitaria, por donde se la mire
En diálogo con Hoy, el diputado nacional por la UCR, Juan Pedro Tunessi -uno de los legisladores que cuestionó el manejo monopólico de Aerolíneas Argentinas- aseguró que la administración que tiene Aerolíneas es poco transparente, porque no muestran sus balances, no rinde cuentas, no va al Congreso a explicar el proceso de privatización.
Lo que hay es una administración arbitraria, discrecional, que cuenta con mucho dinero y cada vez que necesita le dan más plata, como un barril sin fondo, dijo Tunessi. Y añadió: Con la inversión podríamos haber comprado una aerolínea nueva cero kilómetro, de buen nivel, y no hacer este desastre que significa este agujero negro, con una empresa en muy malas condiciones. Por último, el diputado nacional señaló que se trata de una empresa que vive a costa de la plata del Estado y de un chico caprichoso que cada vez que se queda sin plata le pide más a la Presidenta y le dan más para que funcione.
La de hoy no es una política que me enorgullezca la de Aerolíneas Argentinas, sino que es una política que nos conduce al quebranto, concluyó el legislador de la UCR.
Otro escándalo: una empresa aérea sudafricana dejará el país
El descalabro del kirchnerismo en lo que respecta a la política del transporte aéreo continúa dejando profundas consecuencias, incluso de puertas para afuera. En este contexto, la aerolínea estatal sudafricana South African Airways (SAA) aclaró ayer que suspenderá sus vuelos hacia Argentina a partir de marzo de 2014.
Asimismo, las autoridades señalaron que la empresa aérea registró cinco años consecutivos de pérdidas financieras (unos cinco millones de dólares anuales) por el mantenimiento de ese recorrido hacia Argentina. Y, además, resultó llamativo que otra de las rutas que está dejando pérdidas para la firma sudafricana -Beijing- no será suspendida por el momento, algo que pone en evidencia la desconfianza que existe en torno al gobierno de Cristina Fernández.
Cabe señalar que la noticia se conoce a meses de que la gestión K del transporte aéreo también generara un papelón a nivel internacional, luego de que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) le exigiera a la compañía chilena de aviación LAN que abandone su hangar en el Aeroparque Jorge Newbery. La medida, en definitiva, no apuntaba a otra cosa que a beneficiar el monopolio aerocomercial de Aerolíneas Argentinas frente a las reiteradas pérdidas a nivel financiero.
