EL “MENSAJE” DE LOS TRABAJADORES
11/04/2014 Hugo Moyano tildó así a la administración kirchnerista. La medida de fuerza se sintió fuerte en las provincias, donde hubo concentraciones de camiones.
El sindicalismo opositor concretó ayer un paro nacional al que calificó de "extraordinario", consideró que con la medida quedaron reflejados "la bronca y el desencanto de la gente", y reclamó al gobierno de Cristina Fernández que deje de lado "la soberbia" y le "preste atención” al mensaje dejado por la huelga.
El paro tuvo un fuerte acatamiento en todo el país (del 95 por ciento según los organizadores) como consecuencia de la adhesión de los gremios del transporte y de camioneros, a lo que se sumó la realización por parte de dirigentes de izquierda de piquetes en distintos puntos del país.
Flanqueado por Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y Pablo Micheli (CTA disidente) durante una extensa rueda de prensa, Hugo Moyano (CGT Azopardo) evaluó que "no fue un paro por capricho" y advirtió que el arco gremial opositor hará "un análisis muy profundo" sobre el resultado de la medida "y a partir de ahí se elaborará un plan de lucha o hacer una marcha de silencio para que el gobierno empiece a entender".
Desde temprano, el gobierno nacional minimizó la huelga calificándola de "política", de un "gran piquete nacional con paro de transporte" y de "metodología del medioevo", mientras la Casa Rosada mostró un aspecto de día feriado y la presidenta Cristina Fernández permaneció en la residencia de Olivos, con reuniones con distintos funcionarios.
El paro afectó principalmente los servicios de transporte de pasajeros -trenes, colectivos, subtes- así como los vuelos aéreos; además del traslado de cargas, la recolección de basura y la actividad en casas de estudios, Tribunales, la Administración Pública y los hospitales públicos. Mientras las entidades bancarias funcionaron en forma parcial por la falta de clearing, tampoco hubo expendió de combustibles.
Por la noche, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, formalizó la quita del subsidio inherente a la jornada a las empresas de colectivos que no prestaron el servicio, tal como había amenazado.
