Por enésima vez, los que viajamos por trabajo a Montevideo sufrimos el abuso de posición dominante de nuestra "línea de bandera". Los vuelos de este tramo son sistemáticamente demorados entre una y cuatro horas, tanto de ida como de vuelta, aduciendo siempre lo mismo: falta de piloto, de tripulación o de aviones según el caso. ¿Cómo es posible? ¿No pueden avisar al mail o al celular que solicitan al hacer el check-in por Internet? El mal humor de la gente debe ser soportado a diario por las caras visibles que están en los mostradores, pero los verdaderos responsables de la situación de maltrato permanente, como son el gerente de operaciones, el gerente general o el presidente de la compañía, no salen de detrás de su escritorio a dar la cara ni parecen acusar recibo de las quejas de los usuarios.
Mientras ésta es la realidad, el relato nos dice en la revista de a bordo que Aerolíneas Argentinas es una línea aérea de primer nivel, con un grado de puntualidad cercano al 100%. Parafraseando a Fidel Pintos y Dringue Farías: "¡Argentina año verde...!".
Ing. Eduardo Abad