Tras varios meses con una baja en el nivelde actividad, son cada vez más frecuentes los recortes de jornadas, las suspensiones, los retiros voluntarios y los despidos
La crisis ha generado recortes de personal en las empresas. Foto: LA NACION Más de la mitad de los argentinos conoce a alguien que en los últimos seis meses perdió su empleo, y tres de cada cuatro se sienten más inseguros en su puesto, en comparación con los primeros meses del año. Los datos, que surgen de una encuesta hecha por la consultora Ipsos Mora y Araujo durante julio, no hacen más que revelar la percepción cotidiana de la realidad que atraviesa el mercado de trabajo.
Mientras la actividad económica aún mostraba, en los últimos años, una evolución positiva, se había perdido ya dinamismo en cuanto a la creación de puestos en el sector privado. Ahora, en un escenario de recesión, con caída en la actividad y el consumo y una creciente inflación, existen cada vez con mayor frecuencia y aunque con diferencias según la actividad, varias medidas de contracción: falta de reemplazo de personal cuando se produce una vacante; reducción de horas de trabajo; despidos por "goteo" (de a pocos empleados por mes); planes de retiro voluntario y de prejubilaciones; caída de personal eventual, y en los casos de actividades con índices más críticos, despidos masivos. Así lo marcaron varios referentes del mundo empresarial y del sindicalismo de diversos sectores, que fueron consultados por LA NACION.
Entre las actividades más afectadas está la construcción, con cerca de 20.000 puestos perdidos en el último año, según fuentes sindicales. En la industria, la cantidad de ocupados fue en el segundo trimestre un 2% inferior a la de un año atrás, y el promedio de horas trabajadas cayó 3,4 por ciento. El cierre de restaurantes trajo la pérdida de 2200 empleos formales en la ciudad de Buenos Aires, según se indicó desde el sindicato de la actividad. Y el número promedio de empleados contratados por empresas para tareas eventuales se redujo un 11% interanual, lo que se traduce en unos 10.000 ocupados menos.
En muchos casos, se busca evitar conflictos con despidos que se dan de manera dispersa.
Los últimos datos oficiales del total de empleados en blanco, según las declaraciones al sistema jubilatorio, corresponden al primer trimestre del año. Entonces, el número total de ocupados se había mantenido casi sin cambios respecto de igual período de 2013, pero actividades como la industria, la construcción y algunos servicios ya mostraban una reducción del número de empleados.
Respecto de lo que habría ocurrido en los meses siguientes, los datos de recaudación de aportes salariales a la seguridad social dan una pista: desde marzo, el crecimiento nominal interanual de esa variable se ubicó no sólo por debajo de la inflación, sino también de la suba promedio de los sueldos privados en blanco. Y eso podría ser signo de pérdida de puestos. En junio, el monto de aportes subió un 25,4% interanual, mientras que la inflación del período según consultoras privadas fue de 39,8%, y los salarios crecieron 29,2%, según el Indec. La dispersión de las cifras muestra otro grave problema: la recomposición salarial queda muy rezagada respecto de la acelerada suba de precios.
Una encuesta del Ministerio de Trabajo muestra que en las firmas de más de 10 empleados de los grandes centros urbanos hubo una reducción de puestos de 0,3% en el segundo trimestre respecto del primero, aunque el número de ocupados no llega a bajar respecto de un año atrás (es, en rigor, un 0,5% más alto), salvo en dos sectores: construcción y comercio.
Entretanto, una muestra de SEL Consultores hecha en julio revela que 17% de las compañías líderes de mercado prevé reducir sus dotaciones en lo que queda del año, un porcentaje que un año atrás era de 12 por ciento. "Las disminuciones previstas alcanzan a 5% de las dotaciones en promedio, con fuerte impacto en las categorías de base", señaló María Laura Calí, directora de SEL.
Esos datos reflejan los planes de grandes empresas, por lo general con más espaldas para soportar los efectos de las menores ventas. Según el abogado laboralista Julián De Diego, su actividad diaria le indica que es en las pymes donde más despidos hay. Y es en ese segmento de empresas donde se concentra la mayor cantidad de ocupados.
La situación, claro, varía según el sector económico.
industria
En la actividad fabril está el 15% de los empleos privados, y en el segundo trimestre del año, según un informe sectorial del Indec, la cantidad de obreros cayó 2% en comparación con 2013. Las ramas en situación más crítica son la automotriz -por la caída tanto del mercado interno como de las ventas a Brasil-; la autopartista y la de electrodomésticos. En el primer caso, se mantiene el número de ocupados, aunque con menos horas trabajadas y con suspensiones temporarias, que en algunos casos tuvieron que ver con problemas ligados a políticas económicas. Entre las autopartistas, los conflictos son en algunas empresas tema cotidiano, y en el primer trimestre, la pérdida interanual de puestos llegaba a 2,8 por ciento.
Según Diego Coatz, economista jefe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), existe en general cautela para los despidos, de igual forma que en los últimos años (y luego de que hasta 2008 se había dado una fuerte creación de puestos) hubo cautela para contratar. En coincidencia con empresarios del sector, como el presidente de la Unión Industrial de Córdoba, Ercole Felippa, Coatz señala que hoy en la industria no se reemplaza al empleado que se va y hay, además, despidos por goteo, reducción de horas y planes de retiro voluntario. De acuerdo con la encuesta de SEL, en las empresas de producción de bienes durables y de consumo masivo es donde más se ven los signos de contracción: la reducción de horas extras afecta a 50% y 64% de las firmas de esos rubros, respectivamente, en tanto que hay programas de retiro voluntario en una de cada cuatro empresas de fabricación de bienes durables. Más allá de esos rubros, hay otros con problemas desde hace bastante tiempo, como el caso de los frigoríficos: esta semana cerró en Córdoba Estancias del Sur, y 350 personas quedaron si trabajo.
Para saber qué ocurrirá con las dotaciones en rubros industriales que mantienen su cautela, "la clave será ver qué pasa de acá a fin de año", analiza Coatz. Por ahora, cuando desde un organismo oficial (el Indec) se les pregunta a los industriales por sus expectativas, no surgen motivos para esperanzarse: en el trimestre en curso, solamente 1% prevé contratar personal, mientras que 3,5% dice que reducirá la plantilla. No es de extrañar: sólo 6,6% de las firmas tiene prevista alguna nueva inversión. En la industria automotriz, hay alguna expectativa puesta en el plan ProCreAuto lanzado por el Gobierno, según señaló Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, quien sostuvo que la caída en default del país por falta de acuerdo con los holdouts no cambia el escenario, en el que la caída de la actividad ya estaba dada.
construcción
Afectada por la devaluación, la pérdida de poder adquisitivo y la falta de obra pública, la actividad tiene, según datos a mayo consignados por el Instituto de Estadística y Registro de la Construcción (Ieric), 3,3% menos de obreros que un año atrás; según el informe, son 387.248, unos 13.300 menos que en 2013. La mencionada encuesta del Ministerio de Trabajo, en tanto, marca una caída interanual al segundo trimestre de 4,6 por ciento. El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), Gerardo Martínez, dijo a LA NACION que llevados los datos a julio, hay 20.000 puestos perdidos. Y lo atribuyó a los efectos de la devaluación y a la menor inversión a la que llevó el pesimismo sobre la marcha de la economía. La evolución fue dispar en el país y las provincias más afectadas por la caída de puestos son San Juan (27,1% interanual); La Pampa (19%) y Córdoba (12,5%). Martínez tiene la expectativa de que el empleo perdido se recuperará con un plan que, según dijo, lanzará el Gobierno para la construcción de obras de infraestructura y viviendas sociales. En la construcción está no más de 7% de los asalariados formales, pero los economistas coinciden en señalar el efecto multiplicador de lo que ocurre en este sector.
Comercio
El empleo en la actividad mercantil casi no tuvo variación entre los primeros trimestres de 2013 y de 2014. Sin embargo, en los últimos meses esa estabilidad se habría roto, al menos en algunos rubros. "A la baja de las ventas, que hoy ya no es solo en vehículos o electrodomésticos sino en consumo masivo, se suman los incrementos de los alquileres, el costo laboral y la carga tributaria", analiza Gabriel Molteni, economista de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), quien señala que las empresas empezaron a adoptar políticas "sin llegar a los despidos", como el retiro anticipado, la suspensión de ingreso de personal y la reducción de horas extra. "La reducción del empleo se da de a una o de a pocas personas por local", afirma el abogado y asesor laboral Luis Discenza, del estudio AMZ.
Según apunta Alberto Tomasone, abogado del Sindicato de Empleados de Comercio, hay despidos en forma de goteo, que en muchos casos -si se trata de grandes empresas- se hacen con dispersión tanto geográfica como temporal, una estrategia que pretende reducir la conflictividad.
Desde un sector particularmente afectado por la caída de ventas, como es el de las concesionarias de vehículos, fuentes de Acara (la entidad que nuclea a los vendedores de unidades 0km), señalaron que no hay grandes reducciones de personal (tampoco hubo fuertes planes de contratación cuando las ventas estuvieron arriba), y que en cambio se dan situaciones de traslados de empleados desde áreas de ventas hacia los talleres de reparación. Con tono de fuerte preocupación, el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Armando Pepe, dijo no tener datos de empleos caídos, pero afirmó que en el último año, en la ciudad de Buenos Aires cerraron 850 inmobiliarias (algunas con locales y otras sólo con oficinas).
En los supermercados, el último dato difundido por el Indec, da cuenta de que a mayo pasado trabajaban 99.254 personas, 0,3% menos que un año atrás (la baja se dio entre cajeros, administrativos y repositores).
En cuanto al sector gastronómico, LA NACION informó días atrás que más de 350 restaurantes cerraron en el último año en la Capital Federal; según el secretario general del sindicato de gastronómicos de la ciudad, Dante Camaño, se perdieron unos 2200 puestos registrados, pero la cifra sube a 4000 -estimó- si se considera también al mercado informal.
"Lo que ocurra con el sector comercio tiene un enorme peso en el conjunto de la economía, porque sólo la actividad genera casi una quinta parte del empleo", dice Molteni.
Servicios
Uno de los rubros que ya mostraron contracción en la ocupación laboral en el primer trimestre del año es el de los servicios ofrecidos a empresas. Entre ellos se cuenta, por ejemplo, el de contratación de personal eventual. En este segmento, el promedio mensual de personas ocupadas cayó, en el último año, de 87.100 a 78.300, con una baja de 11%, según datos oficiales. "Había expectativas que no se cumplieron, en actividades como la automotriz y la construcción", señaló Ricardo Wachowicz, presidente de la firma Bayton, que agregó que, en cambio, hubo mejores noticias en áreas como minería, petróleo y turismo.
Desde la Cámara Argentina de Centros de Contacto (el sector de los call center, que en los últimos años se vio afectado por la pérdida de mercados para exportar servicios), su director ejecutivo, Mario Miccelli, afirmó que el sector emplea a 54.000 personas, la misma cifra que un año y medio atrás; en el medio, hubo una ampliación de los servicios ofrecidos, lo que evitó el ajuste. En cuanto a las tareas de trabajadores de la tecnología, desde el sindicato Unión Informática señalaron que los despidos por goteo son una modalidad en las grandes compañías. En el sector financiero, el primer trimestre cerró con una leve caída en la cantidad de puestos en los bancos, donde en marzo trabajaban 105.126 personas; según fuentes del sector, no hay planes significativos de reducción de personal. Pero agregaron: "Por ahora"..
