El año pasado fue año récord en seguridad aeronáutica, con la menor cantidad de accidentes y muertes, pero en solo siete meses de 2014 ya se derrumbaron esas estadísticas
A fin de 2013, todos celebraron la noticia: los accidentes de grandes aeronaves comerciales fueron menos que en cualquier otro año de la última década. 17 accidentes frente a una media anual de 27 y 224 muertes.
Sin embargo, la buena racha duró poco, porque en solo siete meses de este año la cantidad de muertes por accidentes aeronáuticos se duplicó y la de heridos casi se triplicó. Todo esto sin contar a las 298 víctimas del vuelo MH17, que fue derribado en Ucrania, pero que no se incluye en la estadística porque no se considera accidente.
La desaparición del vuelo MH370 de Malasya Airlines que salió de Kuala Lumpur con destino a Beijing y que nunca llegó a destino fue la primera tragedia aeronáutica que conmocionó al mundo este año. Este accidente del 8 de marzo le costó la vida a 289 personas, pero además tuvo un impacto muy fuerte porque después de seis meses de búsqueda todavía no se pudo encontrar ningún rastro de la aeronave, ni de sus víctimas.
Después de este caso hubo otros accidentes, pero el hecho de que se cayeran tres aviones en una semana volvió a despertar el alerta sobre la seguridad aeronáutica. Los aviones que cayeron fueron el Boeing 777-200 de Malaysia Airlines, el 17 de julio; el ATR-72-212A de TransAsia Airways, que perdió el control al aterrizar en el aeropuerto de Makung, en la isla de Penghu en Taiwán, el 23 de julio; y el MD83 (vuelo AH5017) operado Air Algerie, el 24 de ese mismo mes. Estos tres accidentes dejaron un total de 470 muertos.
Por todos estos accidentes y otros ocho más, la cantidad de muertos en los que va del año ya es 502, cuando en todo 2013 fueron 224, y el promedio en los diez últimos años es 418. Es decir que solo en medio año se duplicó la cantidad de muertos que hubo en todo el año pasado y se superó el promedio de los últimos diez años.
Además, hay que tener en cuenta que estos números no incluyen a las víctimas del vuelo MH17 de Malasya Airlines derribado en Ucrania, porque no se considera accidente aéreo sino atentado.
Se considera accidente aeronáutico a algún daño substancial, la desaparición de la aeronave o resulta inaccesible; o se producen muertes o daños serios por estar en la aeronave. También si hay algún contacto directo con el avión o algo relacionado, o daños producidos en el aterrizaje o despegue. No se considera accidente a daños fatales o no producidos por causas naturales; heridas fatales o no auto producidas o generadas por algún tercero; heridas fatales o no fuera de las áreas visibles para la tripulación; heridas no fatales que resulten de turbulencias atmosféricas, objetos sueltos, mientras se aborda o se desembarca. Tampoco se consideran accidentes aeronáuticos a las pruebas de vuelo, o el resultado de acciones hostiles, incluyendo sabotaje, secuestro, terrorismo o acción militar.
Por eso, si se incluyera a las víctimas de ese vuelo el número sería 800, que es la mayor cantidad de muertes ocurridas desde 2010. Además, los números casi triplican en cantidad de heridos a los del año pasado, que en 2013 fueron 265, contra 761 de este año, según la Aviation Safety Network.
Estos datos toman más relevancia cuando se toma en cuenta que en 2013 también se anunció que además de récord en seguridad aeronáutica, ese año había sido el de mayor cantidad de pasajeros. El año pasado hubo 3100 millones de pasajeros, lo que equivale al 43% de la población mundial y 36.4 millones de vuelos.
Los indicadores de seguridad se miden considerando el número de accidentes aeronáuticos y el total de las fatalidades que involucran a la aviación civil, donde el modelo esté certificado para llevar 14 pasajeros o más.
La media en los últimos diez años fue de 20 accidentes y 418 muertos, y los muertos totales por año fueron 265 en 2013, 475 en 2012, 524 en 2011, 943 en 2010, 760 en 2009, 588 en 2008, 773 en 2007, 905 en 2006, 1074 en 2005, 454 en 2004.
