La fecha definitiva se definirá el próximo jueves y en la CGT confían en que se adherirán La Fraternidad, los colectiveros de la UTA, La Bancaria y la CTA de Micheli, entre otros gremios. Podría ser una medida de fuerza de entre 36 y 48 horas, con movilización a Plaza de Mayo
La Confederación General del Trabajo (CGT) que conduce Hugo Moyano ya prepara el tercer paro nacional que realizará durante la gestión de Cristina Kirchner, en reclamo contra la inflación, el Impuesto a las Ganancias y a favor de la protección del empleo.
La fecha de la medida de fuerza, se definiría el jueves próximo durante un plenario de las regionales de la central obrera, del que participarán también la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.
Según adelantó el diario La Nación, Moyano y Barrionuevo manejaban tres fechas alternativas para la huelga: el 27 o 28 de este mes o el 4 de septiembre. La protesta tendrá como consignas centrales la lucha contra la caída del empleo y las suspensiones, la derogación del impuesto a las ganancias y contener la inflación.
Si bien la determinación de activar un nuevo paro ya estaba tomada, los referentes sindicales no blanquearon sus intenciones hasta no tener anudadas algunas alianzas clave, como el apoyo de los gremios del transporte y de los bancarios. Con los sindicatos del transporte público de pasajeros como principales aliados, apuestan a que la medida de fuerza sea de alto impacto, como sucedió el 10 de abril pasado, cuando paralizaron el país aliados también a la CTA de Pablo Micheli y a un puñado de organizaciones de izquierda.
Por entonces, los líderes sindicales sumaron a su redil a los ferroviarios de La Fraternidad y a los colectiveros de la UTA, dos sindicatos que se alejaron a principios de este año de la CGT oficialista, que encabeza Antonio Caló. Ahora, se garantizaron nuevamente su respaldo tras una última gestión de Pablo Moyano, número dos de los camioneros, apuntó La Nación.
Por otra parte, la llegada de Moyano a la presidencia del Club Atlético Independiente sirvieron como excusa para reconciliar al camionero con Sergio Palazzo, el jefe del gremio de los bancarios. Hace un año, Palazzo renunció a la CGT con base en Azopardo por "diferencias políticas" con el moyanismo, que por entonces era un fugaz aliado electoral de Francisco de Narváez.
Pero el gremio de Palazzo activó la semana pasada su séptimo paro nacional sectorial en tan sólo dos meses. Tuvo como bandera el rechazo al Impuesto a las Ganancias, cuya carga afectaría al 90% de sus afiliados. El jueves por la noche, en La Bancaria daban por hecho que el sindicato se plegará a la convocatoria de Moyano y Barrionuevo, aseguró el matutino.
Con la intención de sumar más aliados, también se activarán conversaciones con sindicatos estatales que están alineados en las centrales más cercanas al kirchnerismo.
La CGT de Barrionuevo se reunió para unificar su postura de cara al plenario: exigirá activar un plan de lucha con un paro de 36 a 48 horas y con una movilización a la Plaza de Mayo. En la central de Moyano hay sectores que comparten esa idea: "Este gobierno con un paro no escucha. Ya hemos hecho otros paros, en los que hemos tenido un acatamiento de casi el 95 por ciento, y no ha dado señales. O sea que quizás haya que establecer un plan de lucha más duro, con medidas de 24 horas, 48 horas, 72 horas, porque si no este gobierno no escucha y es como que no pasa nada", dijo a Radio Del Plata el ruralista Gerónimo Venegas, número tres de la CGT moyanista.
También la CTA de Micheli se mostró a favor de extender la protesta. El líder ceteísta propondrá un paro por más de 24 horas y una movilización de protesta a la Plaza de Mayo o al Congreso de la Nación.
