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05/01/2014 - Clarín

Nota - Sup. iEco - Pag. 11

Las aerolíneas no paran de acortar la distancia entre asientos, para agregar más filas.

Enlatados como sardinas, los pasajeros empiezan a irritarse

THE NEW YORK TIMES

ESPECIAL PARA CLARIN

Ultimamente, viajar en económica puede provocar roces. Literalmente.

Rory Rowland dijo que cuando le pidió al pasajero de adelante que no reclinara su asiento, recibió una áspera negativa. Cuando él, luego, se levantó para ir al baño, el pasajero de adelante se había dormido.

“Le sacudí el asiento todo lo posible”, dice Rowland, un consultor y orador. Luego se hizo el inocente cuando el pasajero, furioso, llamó a la azafata.

Volar se ha convertido en un deporte de contacto, especialmente en el tema de la reclinación del asiento. Y eso empeora a medida que las aerolíneas reestudian cada milímetro de la cabina.

En las dos últimas décadas, el espacio entre asientos –nunca muy abundante– cayó cerca de un 10%, de 34 pulgadas (86,5 centímetros) a algún punto entre los 76 y 81 centímetros.

Hoy, algunas aerolíneas están yendo todavía más lejos, dejando sólo 28 pulgadas (71 cm.).

Para ganar un poco más de espacio, las líneas aéreas están apelando a una nueva generación de asientos hechos con materiales más livianos y menos acojinados, a reubicar bolsillos e incluso a reducir o suprimir la reclinación de los asientos. Algunas, incluso, están reduciendo el número de baños.

Southwest, la mayor aerolínea doméstica de EE.UU., está instalado asientos menos acolchados y con materiales más delgados, un modelo esbelto conocido en el negocio como “slim-line.” También está bajando la reclinación máxima de tres pulgadas a dos. Esas nuevas poltronas le permiten sumar una nueva fila (seis asientos) en cada vuelo, y generar US$200 millones al año de ganancia extra.

“En el clima actual, el objetivo es meter tantos asientos en la cabina como sea posible”, dijo Tom Plant, el gerente general de asientos de B/E Aerospace, uno de los mayores fabricantes de butacas del mundo.

“A todos nos gustaría más espacio en el avión, pero a todos nos gusta pagar un ticket competitivo”.

Algunas aerolíneas están llevando esa presión a nuevas alturas.

Spirit Airlines, por ejemplo, usa en algunos vuelos asientos con una reclinación permanente de tres pulgadas, o “prerreclinados” La aerolínea low cost empezó a instalarlos en 2010, comprimiendo a los pasajeros a 28 pulgadas, un mínimo para el sector. Mientras que en un Airbus A320 típicamente caben 150 pasajeros en económica, Spirit puede sentar 178.

Rick Seaney, CEO del sitio web especializado FareCompare.com, dice que el negocio de las aerolíneas ha cambiado en los últimos años, luego de que las compañías pararon los aviones más viejos y empezaron a volar con menos asientos vacíos. En los últimos cinco años, dice, las aerolíneas redujeron cerca de un 12% la capacidad (cantidad de asientos que operan).

“La contracara es que no pueden darse el lujo de no llenar sus asientos”, dice Seaney. “Es un cambio enorme”.

Butacas chicas, viajeros grandes Con tan poco espacio para moverse, los pasajeros han desarrollado sus propias técnicas para manejar la situación de apiñamiento.

“Apoyan su rodilla en el respaldo de tu asiento todo lo que pueden, y lo hacen repetidamente a ver si reaccionás”, dice Mick Brekke, un empresario que vuela por trabajo varias veces al mes. “Me ha sucedido más de una vez”.

El achicamiento de las butacas no es la única razón por la que los pasajeros por estos días se sienten más comprimidos. Los pasajeros, además, se agrandan. En los últimos 40 años, el estadounidense promedio ha subido algo más de 9 kilos y su cintura promedio se ha expandido más de 6,3 centímetros, según los Centros de Prevención y control de Enfermedades (CDC).

Pero las dimensiones de los aviones no han cambiado, ni tampoco el ancho promedio de un asiento, que es de 43 a 45 centímetros.

A medida que las cabinas se abarrotan, las aerolíneas dicen que sólo lo hacen pensando en sus pasajeros, para mantenerles bajos los costos. Jude Bricker, vicepresidente de Allegiant, dice que los asientos no reclinables de la aerolínea tienen menos partes movibles y por lo tanto exigen menos mantenimiento, lo cual baja costos. Eso le permite a la aerolínea reducir los costos, dice.

Varios transportadores low cost de Europa también han adoptado los asientos rígidos, entre ellos EasyJet y Ryanair. Air France, para sus vuelos domésticos, que nunca llevan más de una hora, ha instalado asientos no reclinables en los que el bolsillo para revistas ha sido reubicado arriba de la mesa-bandeja para dejar más espacio en el área crítica de las rodillas.

A los pasajeros que deseen pagar más, por cierto, las líneas aéreas les ofrecen más espacio. La clase business sigue siendo un mercado ultracompetitivo con constante innovación y amenities confortables, como asientos que se reclinan a 180°. Las compañías también ofrecen hoy en económica asientos de más precio, con más espacio para las piernas.

El apretujamiento es básicamente para pasajeros de cabina económica. En un vuelo de Washington a Frankfurt el año pasado, Odysseas Papadimitriou, CEO de WalletHub.com, una red social de finanzas personales, fue cuestionado por un pasajero alto que se sentaba atrás cuando reclinaba su asiento. “Mire, si usted se reclina yo no entro”, reclamaba.

Papadimitriou llamó a la azafata para que mediara y volvió a reclinar su asiento. Pero el precio que pagó fue su sueño, porque el otro pasajero refunfuñó y le empujó el respaldo con las rodillas durante todo el resto de la travesía.

IA TA

Expectativas económicas para el 2014 IA TA, la asociación que nuclea a gran parte de las aerolíneas del mundo, revisó al alza su estimacion de ganancias post-impuestos para el 2013: 12.900 millones de dólares y no 11.700 millones como había estimado antes. Un aumento de la eficiencia y la baja del precio del combustible contribuyeron a esa mejoría de los resultados.

Se espera que las ga nancias asciendan a US$19.700 millones en 2014 (US$5,94 por pasajero). El panorama de los ingresos sigue sin cambios, ya que se espera un mayor aumento del número de pasajeros pero un debilitamiento de los mercados de cargas. La mejoría en las economías desarrolladas y un crecimiento relativamente pobre de los BRI CS influirán en el sector.

MEDIDA 10% se redujo en las dos últimas décadas el espacio entre asientos, conocido como “pitch”, en la clase económica de los aviones.

Rediseño. Las líneas aéreas compran nuevos asientos más esbeltos, con materiales menos bultosos. Algunos no se reclinan.

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