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21/01/2014 - EliminandoVariables.com

Las escandalosas remodelaciones de las Embajadas argentinas: Una década ganada, un presupuesto millonario descontrolado y el sello de La Cámpora

Desde que Héctor Timerman fue puesto al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, los jóvenes de La Cámpora avanzaron en el control de esa cartera. No sólo han copado las principales secretarías y direcciones, sino que además han logrado controlar el aparato administrativo que gestiona el gasto de la Cancillería y los nombramientos clave en las embajadas.

Uno de los presupuestos menos conocidos que manejan los jóvenes de La Cámpora en cancillería es el destinado a mantener y remodelar las representaciones argentinas en el exterior. Es precisamente en el uso de esos fondos, donde se esconden algunos de los manejos más escandalosos del dinero público.

Al analizar el gasto en ese concepto, es posible hallar disparidades considerables en los tiempos de entrega, obras cuyo “avance físico” disminuye año a año y construcciones que hasta hace algunas semanas atrás existían, pero que en la actualidad ni siquiera figuran como proyecto. Esas son algunas de las particularidades que presenta el Presupuesto asignado al ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para el año 2014.

La cifra prevista para este año en concepto de remodelaciones por el organismo a cargo de Héctor Timerman alcanza los $52.544.963, un 12.5 por ciento menos que el presupuesto original del 2013, cuando este trepó a $60.069.510. No obstante, según datos a los que accedió (Eliminando Variables), al 8 de noviembre pasado el presupuesto ejecutado en obras había alcanzado los $50.522.356, un total de 9.547.154 pesos menos que lo pautado a comienzos de ese año. De manera que con el remanente devengado el gasto del ejercicio pasado es superior al del ejercicio anterior.

El principal gasto en remodelación o construcción por parte de RR.EE. en el 2014 es el “Centro Cultural de la Embajada de Chile”, al que se le asignaron $24.703.399.Esa obra, iniciada originalmente en el 2011, tenía hasta el 2012 un avance del 5 por ciento. Pero a comienzos del 2014, la obra figura extrañamente sin avances hasta el 2013, como si lo construido hasta ese momento se hubiese desvanecido. Por otro lado, el menor costo presupuestado en el 2014 será algún tipo de remodelación en la Embajada en Berlín, donde se estima un costo de sólo $55 mil.

(Eliminando Variables) había revelado los millonarios gastos y atrasos en el 2013 en los proyectos edilicios de las representaciones argentinas fuera del país. Sin duda, la remodelación de la Embajada en Washington es un caso emblemático.

De acuerdo con el presupuesto del año pasado, el avance físico de obras para ese edificio que se inició en el año 2004, había alcanzado un 71 por ciento en el 2012 y el 29 por ciento restante se completaría durante el 2013. A la vez se le había asignado un presupuesto, en el 2013, de 8.521.214 pesos. Sin embargo, parece que el dinero no fue utilizado para ese fin y tuvo un destino incierto. Incluso, se podría interpretar que hubo algún tipo de derrumbe en esa repartición, ya que en el presupuesto 2014 se afirma que el avance físico de las obras en Washington, hasta el 2013, alcanzó el 64 por ciento, 7 por ciento menos de avance que un año atrás. Para el presupuesto 2014, se afirma que se avanzaría el 31 por ciento, dejando un 5 por ciento final para el 2015. De cumplirse con las obras, en la Embajada hoy a cargo de la camporista Cecilia Nahón, se habría tardado 11 años. Un verdadero record, incluso para un rubro acostumbrado a correr hacia adelante las fechas de entrega.

El caso de la Embajada Argentina en La Paz (Bolivia) también es llamativo. Para el 2014, se presupuestaron en remodelaciones $2.150.859 y en el 2013, habían totalizado $1.375.089. Las obras, según Cancillería, habían avanzado hasta el 2012 un 15 por ciento, habiéndose iniciado las mismas originalmente en el 2008. Pese a los casi 1.4 millones entregados en el 2013, y en donde se prometía un avance de obra del 45 por ciento, no se construyó nada o se produjo algún tipo de avance en obras.Para el 2014, se promete avanzar un 75 por ciento en la construcción, dejando un 10 por ciento restante para el 2015. El embajador actual en Bolivia es el sindicalista Ariel Basteiro.

Otro ejemplo notable de la desaparición de obras ocurre en los Países Bajos. Según el presupuesto 2013, cuando se giraron $9.488.456, las obras iniciadas en el 2011 habían alcanzado el 10 por ciento, con la promesa de avanzar un 30 por ciento más el año pasado. Sin embargo, a comienzos del 2014, y con un presupuesto asignado de $4.289.002, en la planilla de avance de obras figura un 0 por ciento, construyendo este año un 15 por ciento adicional y en el 2015, 85 por ciento. El responsable de las Embajada en Holanda es Horacio Salvador.

La remodelación del Museo General San Martín, en Boulogne Sur Mer, Francia, tenía como fecha de inicio el 31 de diciembre del 2008. Hasta el 2013, la obra no avanzó ni un milímetro, según las planillas oficiales. No obstante, el año pasado, se había asegurado que las obras avanzarían en al menos un 50 por ciento (concluyendo la obra en el 2014), destinándose $1.340.033. El destino de ese dinero para la construcción es un misterio dado que si no hubo avance, no se debería haber gastado un centavo y el dinero debiera estar en algún sitio, que no es informado. Y para el 2014, no se prometen avances, pero se le asignan para obras en construcción $656.211.

En la OEA, por caso, también se había prometido avanzar en remodelación de esa oficina un 20 por ciento en el 2013, con un total asignado $2.236.103. Iniciada en el 2008, según el presupuesto del año pasado, el avance había alcanzado sólo un 2 por ciento hasta el 2012. Pero de acuerdo a las planillas de cancillería para el 2014, no hubo avance de obras y este año, con $1.560.400 de presupuesto (menos que en el 2013), prometen concluir un 30 por ciento las obras. Al frente de la OEA está la ex ministra de Defensa y de Seguridad, Nilda Garré.

En el 2013, por otro lado, tenía como inicio la construcción de la Embajada Argentina en Nairobi, Kenia. Para tal fin, se habían destinado $915.531, con un compromiso de finalizar el 30 por ciento de la obra. A comienzos del 2014, no existe ningún tipo de dato sobre qué habría sucedido con esa construcción ni cuál sería el dinero asignado a esa Embajada, del cual la página oficial del ministerio de Relaciones Exteriores no informe quién es el embajador (sólo el jefe de la sección consular, Carlos Gonzalo Ortiz de Zarate). Lo mismo podría decirse de la remodelación de la Embajada, residencia y consulado en Colombia: en el 2013 se habían asignado $1.435.140 para avanzar en un 50 por ciento las obras totales. Pero en el 2014, ni siquiera aparece esa obra, poniéndose en duda el destino de ese dinero en la Embajada al mando de Celso Jaque, ex gobernador de Mendoza.

El dinero que gasta la Argentina en obras en el exterior es difícil de fiscalizar, en particular porque sólo es posible consultar papeles oficiales preparados por aquellos que deben ser controlados. La Cámpora, que en empresas como Aerolíneas Argentinas e YPF ha hecho del secreto una costumbre, probablemente no colaborará para aclarar en qué se gasta el presupuesto de Cancillería. Quizás Héctor Timerman, que sabe por experiencia lo importante que es una fuente oficial para el trabajo del periodista, pueda echar luz en este asunto, en dónde las obras no cumplen el riguroso concepto de "ni un paso atrás", tan de moda entre los militantes oficialistas.

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