SOBRE LLOVIDO, MOJADO
Que los sindicalistas siguen elucubrando cuánto aumentará el salario. Lo que tendrían que definir es qué ocurrirá con el empleo, que no se puede mantener por ley (¡ay Sergio Massa!) si no se subsidia a las empresas que afirmarán que una estanflación ya no pueden mantener el giro corriente. El asunto se complica con el próximo incremento de tarifas que prepara la Administración Cristina porque dicen que ha decidido reducir los subsidios.
Joaquín Morales Solá en el diario La Nación sobre Axel Kicillof: "(...) La devaluación estaba en los planes del Gobierno. En noviembre, luego de las sublevaciones policiales que obligaron a las provincias y a la Nación a dar fuertes aumentos salariales, se le preguntó a un importante dirigente kirchnerista cómo harían para financiar esas promesas cuando el déficit y la emisión habían alcanzado un nivel récord. "Hay dos soluciones. Una consistiría en bajar los salarios por decreto. Imposible. La otra es una fuerte devaluación para licuar el déficit del Estado. Saque sus conclusiones, porque sólo existen esas dos recetas. No hay tres", respondió."
1. Antonio Rossi en Los Andes, de la ciudad de Mendoza:
"Tras la devaluación de enero de casi el 20% que llevó el dólar oficial por encima de los $ 8 y el incremento registrado en las tasas de interés, el Gobierno se encamina ahora a aplicar un ajuste tarifario en los servicios de energía eléctrica, gas, agua y transporte ferroviario.
La actualización en las tarifas que comenzaron a evaluar los funcionarios del Ministerio de Economía -que responden a Axel Kicillof- y los de la cartera de Planificación-que dependen de Julio De Vido- entraría a regir a mediados de febrero y apunta a un doble objetivo.
Por un lado, busca comenzar a reducir la monumental factura de los subsidios energéticos y de transporte, que superó los $ 100.000 millones en 2013. Por otra parte, intenta obtener recursos adicionales para las obras prioritarias y de emergencia que ya se pusieron en marcha con el fin de resolver las deficiencias que muestran los servicios, como la crítica situación que afronta el sector de la distribución eléctrica.
De acuerdo con los datos obtenidos, el ajuste tarifario llegaría a los usuarios por medio de dos vías: una “remarcación” en los cargos específicos de obras y una quita selectiva de subsidios para los hogares de consumos medios y altos.
En los servicios de luz y gas, la idea que analizan las autoridades es duplicar los valores de los cargos fijos que fueron impuestos a fines de 2012 a todos los clientes residenciales, comerciales e industriales.
En el caso del suministro eléctrico, los montos fijos que abonan actualmente los usuarios hogareños para las obras de mejoras y expansión de las redes van desde los $ 4 hasta los $ 150 por bimestre. En tanto, para los comercios el cargo oscila entre los $ 45 y $ 300, mientras que las industrias pagan un suma mensual que varía según sus consumos.
Por el lado del gas, los cargos fijos de los hogares se ubican entre los $ 4 y $ 60, mientras que los comercios abonan entre $ 25 y $ 150 por bimestre. Las industrias, por su parte, pagan montos variables en función de sus demandas.
Junto con la duplicación de los cargos fijos, el Gobierno retomaría la poda de los subsidios que había iniciado a fines de 2011 y abandonó en febrero de 2012, tras el impacto social y político que produjo la tragedia ferroviaria de Once.
En el área de Planificación, los técnicos tienen diseñadas varias alternativas orientadas a recortar los subsidios a los hogares de consumos medios y altos.
Una variante propone avanzar según la ubicación geográfica, mientras que otra prevé tener en cuenta los valores de los inmuebles.
En el caso de las tarifas de Aysa, lo que estaría dando vuelta es un incremento que oscila entre el 50% y el 100% sobre las facturas subsidiadas que llevan más de 13 años sin ajuste.
Por el lado de los trenes también se espera una suba significativa para acortar la brecha con los colectivos que ya elevaron sus tarifas un 66% desde el primer día de 2014. Actualmente, el boleto mínimo de colectivo es de $ 2,50 mientras que los mínimos ferroviarios se mantienen entre $ 1 y $ 1,10. (...)".
2. Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:
"(...) La devaluación estaba en los planes del Gobierno. En noviembre, luego de las sublevaciones policiales que obligaron a las provincias y a la Nación a dar fuertes aumentos salariales, se le preguntó a un importante dirigente kirchnerista cómo harían para financiar esas promesas cuando el déficit y la emisión habían alcanzado un nivel récord. "Hay dos soluciones. Una consistiría en bajar los salarios por decreto. Imposible. La otra es una fuerte devaluación para licuar el déficit del Estado. Saque sus conclusiones, porque sólo existen esas dos recetas. No hay tres", respondió.
