Paralelamente a la quita de subsidios que prepara el Gobierno nacional para cuando termine de negociar con los empresarios un freno a la suba de precios, la administración de Cristina Fernández desde esta semana trabaja en un ‘sinceramiento’ de las cifras del Producto Bruto Interno (PBI). La baja en esa estimación es un mensaje claro a los sindicatos antes de que comiencen las paritarias de que podrían venir despidos con una menor actividad en medio de altas demandas de aumentos salariales.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Este fin de semana en Urgente24 decíamos que el brote inflacionario de enero de 2014 coincide con el debut del nuevo Índice de Precios al Consumidor del INdEC. Allí, el Gobierno nacional reconoció el problema inflacionario por primero vez en años, al estimar un aumento de precios del 3.7% mensual. Sin duda, el primer paso para solucionar un problema es reconocerlo. Pero ¿qué más hará ahora el Ejecutivo Nacional para detener la inflación, empujada por aumentos en el costo de los servicios como transporte, salud y esparcimiento? Por lo tanto, hay que profundizar el ajuste en las finanzas públicas, para intentar reducir las expectativas de que la expansión monetaria convalidará la tendencia inflacionaria. Una devaluación sin eliminación de subsidios y sin aumentos de tarifas es nocivo, y generaría un proceso inflacionario para licuar el exceso de gasto público y amortiguar el resultado fiscal, que es el verdadero origen de la corrida contra las reservas y los problemas cambiarios.
En el medio están las pujas salariales. Las paritarias no empezaron pero los sindicatos ya hablan de porcentajes que compensen el impacto inflacionario, lo que al final terminará impulsándola.
Por eso, el ‘sinceramiento’ ahora se extenderá a la estimación del el Producto Bruto Interno (PBI). Resultado: Mostrar un menor crecimiento será –además un mensaje al FMI/Club de París- un mensaje preparitario a los sindicatos para moderar sus reclamos ante un escenario donde pueden perderse puestos de trabajo.
Por último, la quita de subsidios por el ajuste fiscal. Pero antes, el Gobierno quiere ganar la batalla por los precios con las empresas. Por eso Cristina permitió aliviar ese gasto, que ya representa 5% del PBI.
La quita de subsidios alcanzaría a los servicios de electricidad y gas.
Pero no será sencillo: los distintos criterios analizados para recortar subsidios pueden traer complicaciones. Si se quitan en función del consumo, se puede perjudicar a familias numerosas sin gas natural que calefaccionan con electricidad y, por lo tanto, consumen mucha de esa energía, indicó este 17/02 el diario El Cronista.
Otro inconveniente está en el interior, donde las provincias subieron la tasa a la distribución (un coeficiente atado al valor de la energía), lo que encareció las tarifas hasta cuatro veces en relación con el área metropolitana. Esas boletas aumentarían aún más al dejar de subsidiar la energía. Por eso, estimó, el recorte comenzaría por Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
