Hasta el oficialista Yasky lo cruzó. Peligro de huelga.
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En la puja por el Impuesto a las Ganancias, el Gobierno se convirtió en su propio enemigo.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en su clásica conferencia matutina, no tuvo mejor idea que decir que “el reclamo por el tributo es de carácter político”.
Enseguida, Hugo Yasky, el líder de la CTA K, salió a criticarlo.
“Es una pavada lo que dijo. Es tan claro que esto (por el impuesto) hace falta cambiarlo y él mismo lo reconoce”. Con esa actitud, el Ejecutivo imprudentemente va empujando a todo el sindicalismo, oficialista y opo sitor, a tomar medidas de fuerza que podrían ponerlo en jaque, en medio de la disputa con los fondos buitres.
Hoy el gremialista y el funcionario, quien aseguró que el impuesto afecta solo al 10,9% de los trabajadores que cobran más de 15.000 pesos, se verán las caras en la Casa Rosada para hablar de este tema.
Yasky ya advirtió que dependerá de la respuesta que obtenga en el encuentro si se ratifica o no la movilización al Congreso, prevista para exigir que se exceptúe al medio aguinaldo del pago de Ganancias.
La elevación del mínimo no imponible –un pedido común a todo el sindicalismo– fue objeto de discusión el lunes en la reunión que Capitanich y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, mantuvieron con el líder de la CGT oficial, Antonio Caló. que se fue de la Casa Rosada con las manos vacías.
Ayer, otro gremialista enrolado en la central afín al Gobierno, Rodolfo Daer, también se mostró molesto con el Gobierno. Y dijo que no descarta “un paro o movilización” en el futuro si el Ejecutivo no rectifica su posición. Esta es sin duda otra buena noticia para Hugo Moyano (CGT Azopardo), que junto a Luis Barrionuevo (CGT Azul y Blanca) y Pablo Micheli (CTA opositora) planea realizar una huelga general para agosto.
jorge capitanich jefe de gabinete
Los reclamos se pueden intensificar o no por razones de carácter político”.
