Un aparato de Air Algérie se estrelló en Malí y no hubo sobrevivientes. Se cree que fue por una tormenta. gustavo marcelo londeix glondeix@muy.com.ar
Es t a r e n las alturas se ha vuelto maldito por estos días.
Mientras los familiares todavía lloran a las víctimas del vuelo de Malaysia derribado en Ucrania y los restos del Trans Asia caído en Taiwán no terminaron de ser recogidos, ayer un avión de Air Algérie con 116 personas a bordo se estrelló en Malí, al noreste de África.
El vuelo AH5017 despegó de Uagadugú, capital de Burkina Faso, y tenía previsto aterrizar cuatro horas después en Argel, capital de Argelia, pero desaparec ió de los radares 50 minutos después de iniciar su recorrido.
Los restos de la nave ya fueron localizados cerca de la localidad de Gossi. Entre los pasajeros, había mayoría de franceses (50) y el resto era de otras 14 nacionalidades.
En su último contacto con la torre de control, el piloto explicaba que había mal tiempo y una tormenta se abatía sobre el aparato. El lugar donde se estrelló demuestra que el comandante cambió la ruta habitual, debido a las difíciles condiciones meteorológicas.
La nave, que del 2007 al 2012 e operó bajo el control de la argentina Austral, era propiedad de la empresa española Swiftair y realizaba vuelos charter en Europa y África.
El director general de la Autoridad de Aviación Civil francesa, Patrick Gandil, dijo que el aparato “había superado una inspección en Marsella hace dos días y estaba en perfectas condiciones”.
Varios pilotos de la empresa que hacen ese recorrido explicaron que, al sobrevolar el desierto, el riesgo está en las tormentas de arena. Las turbulencias son usuales y controladas por los pilotos, pero también pueden darse turbulencias en aire claro (libre de nubes), que son inesperadas, o el efecto cizalladura (cambio repentino de viento).
Algunas de ellas deben haber provocado este fatal accidente.
Igualmente, el presidente francés, Francois Hollande, ordenó abrir una investigación para descartar un ataque misilístico. En la región hay una permanente actividad de grupos rebeldes vinculados a Al Qaeda, pero los analistas franceses dudaron de que puedan poseer misiles capaces de derribar un avión en pleno vuelo.
Lo cierto es que, en estos últimos siete días, ataques misilísticos y mal tiempo han hecho que estar en medio del cielo fuera un pasaporte directo al infierno.-
el sinies tro se produ jo en una parte del saha ra donde ha y 31 peque ños pue blos.
Jueves 17: un misil derriba al Malaysia
La semana en que los aviones trajeron dolor arrancó cuando un misil lanzado por insurgentes pro rusos abatía el Boeing 777 de la línea Malaysia Airlines, con 298 personas a bordo, cerca de Grabovo, en Donetsk, Ucrania. Entre los muertos había 80 niños.
En los tres días antes anteriores, los insurgentes ya habían derribado dos aparatos militares de la Fuerza Aérea ucraniana.
El avión malayo había partido de Amsterdam con destino a Kuala Lumpur y volaba a 10.000 metros de altura cuando fue impactado por un misil Buck.
El país más afectado resultó Holanda, con 192 fallecidos.
Desde el miércoles ya arribaron a ese país tres aparatos Hércules llevando los restos de los desaparecidos.
Los reyes Guillermo Alejandro y Máxima recibieron los féretros en un país que sigue conmocionado.
Malaysia Airlines –una de las más confiables del mundo– sufrió en marzo la desaparición de otro de sus aparatos, que unía Kuala Lumpur y Pekín, con 239 personas a bordo. Nunca aparecieron restos del aparato y aunque se cree que se estrelló en el Océano Índico, cerca de Australia, su destino sigue siendo un misterio.
Miércoles 23: la lluvia tumba al Trans Asia
Cuarenta y ocho taiwaneses murieron en el accidente protagonizado por un avión de Trans Asia Airways en las islas Pescadores, Taiwán. Hubo diez sobrevivientes.
El aparato intentó tres veces realizar un aterrizaje de emergencia en medio de la lluvia causada por el tifón Matmo, que se abatía sobre el país. El piloto de la nave, Lee Yi-liang, era uno de los más experimentados de la línea, con 22 años de vuelo.
La empresa sólo otorgó un subsidio de 6600 dólares a los familiares de las víctimas y 27.000 más para cubrir los gastos del funeral.
Los rescatistas todavía buscan entre los despojos del aparato los cuerpos de dos menores. No se descarta que haya más víctimas, ya que el aparato embistió 11 viviendas cercanas a la pista de aterrizaje y se están realizando tareas de remoción.
El aeropuerto de la isla es uno de los más peligrosos del país por la cercanía al mar, los vientos cruzados y la precariedad de las pistas. Igualmente, ayer ya recibía nuevamente aviones.
El hombre que ya tiene tres vidas Maarten de Jonge (29), un ciclista profesional holandés, esquivó por segunda vez la muerte al cambiar a última hora su billete de avión para el vuelo de la compañía Malaysia Airlines derribado en Ucrania.
Anteriormente había cancelado su pasaje en el vuelo MH370 de la misma compañía que desapareció en marzo.
De Jonge había comprado el pasaje la semana pasada para viajar a Kuala Lumpur, pero decidió cambiarlo por uno más barato: “El de Malaysia costaba 1400 dólares y lo cambié por uno de 1000. Ser ahorrador me salvó la vida”, señaló en su cuenta de Twitter. Antes, el 8 e de marzo, tenía previsto viajar en el avión de la misma compañía malaya que desapareció con 229 pasajeros a bordo y cuyos restos aún no fueron encontrados. Esa vez lo modificó al llegar al aeropuerto por el de una empresa que no tenía escalas.
De Jonge podrá seguir pedaleando.
El destino así lo quiso.
Una zona muy peligrosa
entre dunas. El lugar donde cayó el aparato de Air Algérie es un vasto territorio africano dominado por el desierto del Sahara y conocido como Magreb.
En los últimos 20 años se ha convertido en una tierra nefasta para los aviones, comenzando con la caída, el 1° de julio de 1994, de un Fokker de la Air Mauritanie en Tidjikja (Mauritania), que dejó un saldo de 80 pasajeros fallecidos. Antes de la tragedia de ayer, el desastre aéreo más grande en la zona fue el del 12 de mayo de 2010, cuando un Airbus de la Afriqiyah Airways se estrelló cerca del aeropuerto de Trípoli (Libia) y perdieron la vida sus 103 ocupantes.
entre dunas. El lugar donde cayó el aparato de Air Algérie es un vasto territorio africano dominado por el desierto del Sahara y conocido como Magreb.
En los últimos 20 años se ha convertido en una tierra nefasta para los aviones, comenzando con la caída, el 1° de julio de 1994, de un Fokker de la Air Mauritanie en Tidjikja (Mauritania), que dejó un saldo de 80 pasajeros fallecidos. Antes de la tragedia de ayer, el desastre aéreo más grande en la zona fue el del 12 de mayo de 2010, cuando un Airbus de la Afriqiyah Airways se estrelló cerca del aeropuerto de Trípoli (Libia) y perdieron la vida sus 103 ocupantes.
Si va a subirse a un avión, mire atentamente este mapa La Administración Federal de Aviación dio una lista de regiones y países donde es peligroso viajar por sus conflictos bélicos. Las dividió en dos. En rojo, zonas prohibidas o de evitar a toda costa. En amarillo las de riesgo.
La sobrina de Fidel no viajaba
Mariela Castro, hija del presidente cubano Raúl Castro, sobrina de Fidel y diputada nacional reconocida por su lucha a favor de los derechos sexuales, desmintió por la cadena Telesur la versión sobre su presencia en el avión de la empresa Air Algerie que se estrelló en África.
“Estoy vivita, feliz y saludable.
Lamento que haya circulado una noticia tan absurda como ésta, que confirma el descrédito de los medios de prensa”. El informe de que ella viajaba en el vuelo partió del aeropuerto de Ouagadougou, capital de Burkina Faso.
A Mariela la dieron por muerta.
