Política - Pag. 18
El gremio rechazó un aumento de 26% que ofrecieron las empresas y anunció medidas "sorpresivas"
Por Lucrecia Bullrich
LA NACION
Decidido a que la fiebre del Mundial no le reste visibilidad a sus reclamos, el sindicato de choferes de camiones que dirige Hugo Moyano está ya en pie de guerra.
Ayer, en la segunda reunión paritaria, el gremio rechazó el aumento de 26% que ofrecieron los empresarios del transporte y se declaró en estado de alerta : amenazó con iniciar "medidas de fuerza sorpresivas" y no descartó una huelga nacional de todo el sector. La negociación pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves próximo.
Minutos después del frustrado encuentro en la sede del Ministerio de Trabajo de la avenida Callao, el gremio embistió contra la patronal, agrupada en la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac). "Los empresarios, fieles a sus principios, nos quieren hacer socios cuando dicen que les va mal, pero en época de vacas gordas tampoco reparten las ganancias con sus trabajadores", arremetieron a través de un comunicado.
Por si quedaban dudas, Pablo Moyano precisó: "Nos ofrecieron un 26 por ciento de aumento y los sacamos cagando. Los paros sorpresivos los realizará en primer lugar la rama de combustibles".
El 26%, a pagar en tres cuotas en julio, noviembre y marzo, repite la suba y el esquema escalonado del acuerdo del año pasado, pero está muy lejos del 40% con el que los camioneros abrieron la negociación hace una semana. El gremio también exige el pago de un plus de 20%, por "formación profesional" para los choferes, que son un tercio de los afiliados del sindicato.
"Lo que nos ofrecen no está ni cerca de la realidad. Y nos siguen mintiendo con que no pueden pagar más porque están en crisis", dijo a LA NACION el secretario gremial de camioneros, Marcelo Aparicio.
El abogado de la Fadeeac, que agrupa a 45 cámaras de transportistas de todo el país, recogió el guante. "En los últimos 10 años, los camioneros tuvieron recomposiciones por encima del costo de vida, se mida como se mida. Son los de remuneraciones más altas de toda la Argentina", devolvió Lucio Zemborain en diálogo con LA NACION.
Calculó además que en el último año los volúmenes transportados cayeron más de 20 por ciento en promedio, con picos de hasta 70% en el comercio internacional.
Fadeeac aprovechó la reunión de ayer en Trabajo para denunciar que desde principios de mes el gremio está haciendo "paros encubiertos" de hasta dos horas por turno, sobre todo en el área logística. El pedido formal para que el ministerio de Carlos Tomada tome cartas en el asunto se presentó en la cartera laboral el martes pasado.
En el gremio rechazan la figura del paro, pero no niegan las pausas en la jornada laboral. Hablan en cambio de "asambleas informativas" sobre el curso de la paritaria que atribuyen a la "impaciencia" de las bases, no sólo por los salarios sino también, y sobre todo, por la falta de señales respecto del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
Hoy paga el impuesto más del 60% de los 200.000 afiliados a camioneros, según calculan en el gremio. La cifra trepará a casi la totalidad en pocos días más, cuando cobren el aguinaldo. "La situación es insostenible", se quejan cerca de Moyano. El salario promedio de un chofer de larga distancia es de $ 15.000 brutos, el actual piso de Ganancias.
El año pasado, la paritaria de los camioneros también había arrancado con amenazas de paro, pero el acuerdo llegó de manera repentina pocos días después. La suba (26%) quedó un 2% por encima de la media que había cerrado la mayoría de los sindicatos y más arriba del techo que quiso imponer el Gobierno. El 40% que hoy reclaman los hombres de Moyano supera por 10 puntos la barrera de 30% que hasta ahora logró mantener la Casa Rosada, salvo por los gastronómicos de Luis Barrionuevo, que acordó un 35% con una de las ramas de su actividad.
El de la paritaria no es el único frente que Moyano tiene abierto por estas horas. Tras los bloqueos de la semana pasada, todavía está sin resolver el conflicto con Ternium Siderar por el despido de 17 choferes en 2012.
