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Pese a la presión oficial, la UOM volvió a rechazar una suba del 24% y crece el malestar
La negociación salarial duró ayer un suspiro. Para los empresarios, que apelaron a la jerga del automovilismo, "ni siquiera se salió de boxes". Y para los sindicalistas, "las diferencias son tan grandes que imaginar un acuerdo es muy difícil". Así de empantanada está la paritaria de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que, por ser el sindicato que encabeza el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, servirá de referencia para el resto de las negociaciones.
No se avanzó en nada con respecto a la reunión de la semana pasada. La oferta empresarial fue idéntica: otorgar un aumento del 24% en tres cuotas de 8%, por pagarse en abril, julio y octubre. Y no serían acumulativas. También se ofreció un pago adicional de $ 1000 como compensación por la inflación. La cúpula de la UOM, en tanto, insistió ayer con su pedido inicial: una suba salarial del 30%, más $ 2000 adicionales.
No bien se frustró la negociación de ayer en el Ministerio de Trabajo, Caló convocó a los jefes de las 52 seccionales de la UOM para mañana, a las 10, en la sede de Lugano. El objetivo es unificar una postura para el nuevo encuentro con los empresarios, que será el mismo día, pero a las 17.
"Los empresarios buscan el enfrentamiento entre la UOM y el Gobierno. Saben que desde el Gobierno se sugirió un 25%, entonces ofrecen un 24% con posibilidades de estirarse uno o dos puntos y que la Casa Rosada actúe como árbitro", analizó anoche ante LA NACION un jerárquico del gremio metalúrgico.
Las especulaciones sobre lo que podría resolverse en la cumbre metalúrgica de mañana dependerá de lo que suceda por la tarde en el Ministerio de Trabajo. Pero si no se alcanza un acuerdo, más de un jefe de seccional le manifestó a Caló su intención de activar una medida de fuerza. La posibilidad será debatida en Lugano.
La pulseada salarial de este año está tan complicada como la de 2012, cuando Caló activó un paro nacional de metalúrgicos. Por entonces, Caló ya contaba con el visto bueno del Gobierno y de la mayoría de los gremios para desbancar a Hugo Moyano del sillón de mando de la CGT.
Caló asistió ayer a la reunión en el Ministerio de Trabajo junto con otros referentes metalúrgicos. Por los empresarios, estuvieron los representantes de las principales cámaras metalúrgicas e industriales. Volverán mañana a estar frente a frente en una paritaria que desvela al Gobierno tanto como la de los docentes.
