El mexicano García trabaja en la embajada de su país en EE.UU. Y antes, en Aerolíneas.
Por Natasha Niebieskikwiat
Por los pasillos. Cecilia Nahón, cuando fue confirmada en el Congreso en diciembre de 2012./DAVID FERNANDEZ
Los agujeros de las leyes argentinas, y en este caso la que regula el Servicio Exterior de la Nación, generan situaciones difusas como la de la embajadora ante Estados Unidos, Cecilia Nahón. Su marido mexicano, Sergio García Gómez, trabaja en la embajada de su propio país también en Washington.
Ayer, la corresponsal de Clarín en Nueva York recibió una nota de Nahón. Esta indica que pidió permiso para que su esposo trabaje en dicha sede diplomática en virtud de lo que establece la ley del Servicio Exterior 20.957 para los cónyuges.
Currículum no le falta a García, pero no es el caso. Diplomáticos argentinos y extranjeros opinaron que se trata de un caso “inmoral” y “antiético”.
Según se deduce de los antecedentes recopilados por la legisladora porteña Graciela Ocaña y el diputado Manuel Garrido, Nahón presenta irregularidades en su situación actual, difíciles de explicar. Por empezar, aunque permisiva para los embajadores políticos, la ley establece que los cónyuges deben hacerse ciudadanos argentinos para acompañar las misiones en el exterior. García Gómez figura en los registros de sus escasos aportes a la AFIP como extranjero, incluso hasta febrero de este año. Nahón fue designada en Washington a fines de 2012.
El tema, como reveló ayer Clarín fue tratado con dureza por influyentes medios de comunicación mexicanos. Como el semanario Proceso que calificó la contratación de García Gómez y otros como símbolo de lo que ocurre en su embajada en EE.UU. Dice Proceso: “Esta se ha convertido en el gobierno de Enrique Peña Nieto, en un oasis para familiares de importantes políticos y ex funcionarios públicos. Al amparo del embajador Eduardo Medina Mora en la sede diplomática se cocinan intereses de diversos grupos y se eleva a rango diplomático el tráfico de influencias”.
Contrariamente al rol positivo que García Gómez podría haber tenido para que México apoye a la Argentina en el juicio contra los fondos buitre, también esos fondos podrían utilizar este choque de intereses a su favor.
Otro ejemplo, y más serio según confió a Clarín un alto funcionario de Aerolíneas Argentinas, cuyo nombre se preserva, es que García Gómez habría cobrado su sueldo como gerente de la aerolínea de bandera nacional durante casi un año, mientras acompañaba a su mujer en Washington y a sus dos pequeños hijos. Un sueldo que roza los $ 50.000 a $ 60.000, y que logró, se indicó, gracias a la estrecha amistad de Nahón con el hoy ministro de Economía, Axel Kiciloff, ex número dos de Aerolíneas.
Esta alta fuente consultada señaló que García Gómez tomó una repentina licencia sin goce de sueldo en febrero de este año -también dejó de aportar a la AFIP-, justo cuando la diputada Elisa Carrió presentaba una denuncia penal en contra de las autoridades de Cancillería por los casos de maltrato, acoso laboral y reducción salarial de los empleados del ministerio. Varios de ellos, y en especial un grupo no afín al Gobierno fueron cesanteados sin explicarse las razones. A fin de 2013 Ocaña y Garrido pedía información sobre él a Aerolíneas.
Nunca les respondieron.
Los bienes de Nahón según su declaración jurada son modestos. Una magra cuenta en Reino Unido, otra en Uruguay.
Casa, auto y un terreno de 420 metros cuadrados en Uruguay cuyo valor al 50% llama la atención: $ 7.000.
