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Varios gremios nacionales y Luz y Fuerza de Córdoba plantean que sus patronales asuman parte de lo que les quita Ganancias.
Noviembre se perfila como un mes en que podría romperse la tregua gremial con el Gobierno nacional y en el cual el sindicalismo buscará anudar una acción conjunta para atenuar el impacto que tiene el Impuesto a las Ganancias sobre los salarios de los trabajadores.
“Los próximos 10 días serán claves para definir la estrategia de alguna medida en común contra Ganancias”, confió el titular de Luz y Fuerza de Córdoba, Gabriel Suárez, quien la semana pasada se reunió con Hugo Moyano, jefe de la CGT opositora.
Los bancarios ya lanzaron un paro de 48 horas para el 12 y 13 de este mes, intensificando su reclamo por Ganancias. Plantean que los banqueros absorban parte del tributo que les descuenta la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip).
La alternativa de los bancarios es analizada como estrategia a seguir por varios gremios, entre ellos, la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza, petroleros y gremios del transporte.
En Córdoba, Luz y Fuerza será el primer gremio en plantear esta semana o la próxima al directorio de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) que comparta lo que les toca del tributo nacional a los trabajadores, si es que no está dispuesto a otorgar un retoque salarial remunerativo del ocho por ciento.
La UOM nacional, que conduce el kirchnerista Antonio Caló, demora una marcha al Congreso para presentar un anteproyecto de reforma a Ganancias. Mientras tanto, el gremio metalúrgico nacional y la delegación local pidieron un bono de 3.000 pesos para compensar la pérdida del poder adquisitivo por la inflación.
La CTA opositora, que comanda Pablo Micheli, ya convocó para el 20 a un paro con movilización a la Plaza de Mayo para reclamar un bono de 4.000 pesos. También hay un cacerolazo lanzado a través de las redes sociales para el 13, pero no concita adhesiones sindicales.
En medio del clima recalentado por la inflación y Ganancias, primeras espadas de las centrales obreras oficialista y opositora, continúan conversaciones para tratar de conformar una mesa de enlace, como camino previo a la unidad. Un sindicalista de la CGT Azopardo confió a este diario que la idea es llamar antes de fin de año a un congreso normalizador para la unificación.
En Córdoba, los principales gremios de la opositora CGT Rodríguez Peña –Luz y Fuerza, el sindicato de los municipales (Suoem) y Camioneros– están dispuestos a encarar la unidad con la CGT Regional que conduce el delasotismo. Primero, la CGT opositora deberá blanquear quién es su jefe: Suárez o Mauricio Saillén.
